Para sorpresa de los presentes, el asistente técnico del FBC Melgar, Javier Claud, sacó de su bolsillo el plátano que le arrojaron a Kevin Quevedo y lo puso sobre la mesa en la que ofreció una conferencia de prensa.
El asistente de Pablo Lavallén elevó su voz de protesta en contra de los actos racistas que se produjeron durante el segundo tiempo del partido que le empataron a Universitario en Lima.
“Es una vergüenza”, dijo. “Se busca que los equipos de Lima estén en la final. Nos expulsan jugadores, las programaciones de partidos son extrañas y los árbitros nos perjudican. Es una vergüenza”, reiteró.
Visiblemente mortificado hizo énfasis en que al club Alianza Lima le programan partidos luego de que se enfrenta a los mistianos, por lo que consideró que se aprovecha la coyuntura del campeonato al saber el resultado del equipo que ocupa los primeros lugares en el acumulado.
“Alianza lima juega después de Melgar, hace dos fechas que viene sucediendo lo mismo”, argumentó.
A su turno, Martín Pérez Guedes declaró: “Lo que pasó fue pésimo, lo lamento por mi compañero de equipo y lo haría por cualquier jugador de fútbol o persona”. Sobre las chances de llegar directamente a la final dijo: “Tenemos tres finales más que hay que jugarlas a ganar. Dependemos de nosotros y eso es lo que importa”.