Cuando alguien pregunta por el prototipo de un futbolista peruano o cuál es esa característica que más resalta, es inevitable pensar en Christian Cueva. Con ese toque de pelota, ese aguante con la espalda —sin ser alto ni tener un físico notable—, hizo lo que quiso esta noche ante Paraguay y demostró que tiene la 10 bien puesta.
En un fútbol actual tan esquematizado, tan robótico y cuadriculado, en el cual importa más ser un atleta que otra cosa, el diez de la selección peruana forjado mostró durante todas estas Eliminatorias rumbo a Qatar 2022 que para ser el mejor no necesita todo eso, sino simplemente jugar a la pelota, como lo hacía en su natal Trujillo en la tierra.
Christian Cueva lleva la 10 de la selección peruana desde las Eliminatorias a Qatar 2022. Foto: EFE
Hoy, en el Estadio Nacional, con su gente, el popular ‘Cholito’ se puso el equipo al hombro y lideró a la Bicolor hacia una victoria que lo pone cerca de otra Copa del Mundo. Ante las ausencias de líderes como Paolo Guerrero o Alberto Rodríguez, el volante de 30 años tuvo que poner un pie adelante sobre el césped para comandar a sus compañeros.
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Lo de Cueva no es algo de hoy ni de hace años: desde que debutó en la San Martín en 2008 a la edad de 16 años se supo que era diferente. En un país con tantas falencias estructurales no siempre los mejores triunfan o llegan a la élite, pero Christian lo logró, cayendo y levantándose, claro.
Si en el proceso rumbo al Mundial de Rusia 2018 se ganó un lugar en el once titular, en este curso para Qatar 2022 se hizo una pieza insustituible en la oncena de la Blanquirroja. Además, dejó atrás esos pasajes en medios de espectáculos, fichó por el Al-Fateh de Arabia Saudita, se puso a entrenar por su cuenta y hoy en día está en su mejor momento.
Este reconocimiento de todo el pueblo peruano no ha sido gratis. Sus goles, pases e ingenio en el césped hicieron muchas veces delirar a la hinchada, pero aquel 16 de junio del 2018 todo cambió, ya que erró el penal que iba a ser el primer gol nacional en un torneo mundial tras 36 años. Tal fue la frustración de los supuestos fans que recibió miles de insultos en las redes sociales y en la calle.
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Se notó claramente que esta falla caló bastante en él y su fuerza mental decayó. Sin embargo, eso forma parte del pasado, pues en la actualidad sigue pisando el balón como en su barrio en el norte peruano y chocando a cuanta torre defensiva se le plante en el verde.
Christian Cueva fue el mejor jugador de Perú ante Paraguay en el Nacional. Foto: EFE
Un factor fundamental en esta carrera en la Rojiblanca ha sido Ricardo Gareca, su padre futbolístico, pues siempre confió en él y más aún en sus peores momentos. Nunca lo dejó sin chances y demostró por qué es el técnico de la selección y la razón por la que Perú volvió a la máxima cita del fútbol mundial.
Falta un último paso, será Australia o Emiratos Árabes Unidos, pero Christian Cueva no tiene que demostrar nada. Es una historia pura del fútbol peruano. Único en su especie. Jugadores como él ya casi están extintos y por eso quizás le gusta tanto al Tigre. Lo único que queda es que ‘Aladino’ siga frotando su lámpara en el campo para hacer realidad cualquier deseo de la Bicolor.
Ricardo Gareca y Christian Cueva han tenido una relación de padre e hijo en la selección. Foto: AFP