Por Mariano López V.
La exitosa historia del Real Madrid en Champions League hacía pensar que saldrían a buscar el partido, que jugar en el fervoroso Parque de los Príncipes en París ante Kylian Mbappé, Lionel Messi, Neymar y compañía no causaría ningún temor. Que ser el más ganador de la competencia, con 13 ‘orejonas’ entre sus vitrinas, le exigía ir a ganar a la cancha que sea, sin tener en cuenta la grandeza del rival, la hinchada, las condiciones climáticas o cualquier otro tipo de adversidad. Carlo Ancelotti, entrenador italiano de la ‘Casablanca’ (que justo cumplía 200 partidos en Copa de Europa), pensó distinto.
Los actuales líderes de la Liga llegaron a tienda parisina con tres ideas muy definidas: ceder la posesión del balón, agruparse atrás y anular, en la medida de lo humanamente posible, las individualidades del PSG. Nada más. No importaba si ello suponía que los atacantes Vinicius Jr. y Marco Asensio cumplan las funciones de carrileros, que los once defiendan peligrosamente cerca de su portería o que deban rezar para que Thibaut Courtois —ni siquiera considerado entre los tres mejores porteros del 2021 por The Best— esté iluminado y ataje todo lo que venga en dirección suya. El plan, al menos en el primer tiempo, funcionó tal y como lo habían estipulado. Si bien no remataron al arco (su registro más bajo en la competencia desde abril del 2014, cuando enfrentaron al Dortmund), los de Mauricio Pochettino sufrieron para romper el cerrojo defensivo merengue. Y cuando lograron hacerlo, el ‘1′ madridista estaba ahí para apagar el incendio. El 0-0 era buen negocio.
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Sin embargo, la suerte no duraría para siempre. El PSG continuó sofocando la salida del Real. Modric y Kroos, habituados a tener el balón en los pies, sufrieron sin él. Vini no fue influyente. Benzema hizo lo que pudo. La otra víctima, Carvajal, se vio superado una y otra vez por la habilidad y velocidad de Mbappé. Incluso, un desborde del ‘7′ y una barrida a destiempo del lateral derecho tuvo como consecuencia el cobro de un penal, que ejecutaría Messi y atajaría Courtois. El argentino registró su primer fallo desde los doce pasos frente al Real Madrid, rival al que le anotó seis de seis durante su tiempo en el Barcelona.
En el ocaso del partido (94′), el heredero al trono reivindicó a Lío y desató la euforia de una afición contenida. Mbappé recibió por izquierda, zafó de dos contrincantes y definió con el borde interno entre las piernas de Courtois, sentenciando la segunda derrota merengue en tiempo añadido en toda la historia de la Champions League. Y es que Kylian, autor de 13 anotaciones en sus últimas 13 apariciones en el certamen, parece ser capaz de lo imposible.
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Lío. Dos de sus últimos 4 penales errados fueron en París. Foto: difusión
Carlo Ancelotti, técnico del Real Madrid
“Mbappé es imparable. Hoy es el mejor jugador de Europa. Ha sido determinante. Hemos intentado controlarlo, Militao lo ha hecho muy bien, pero él siempre se puede inventar algo. Él ganó el partido”.
El Manchester City de Guardiola hizo pesar su jerarquía ante el Sporting de Lisboa. Con anotaciones de Riyad Mahrez (7′), Bernardo Silva (17′ y 44′), Phil Foden (32′) y Raheem Sterling (58′), los ‘ciudadanos’ golearon 5-0 en el estadio José Alvalade y pusieron pie y medio dentro de los cuartos de final de la Champions League. El abultado resultado —es la primera ocasión en la historia de los duelos eliminatorios de la competencia en la que un equipo se va al descanso ganando por cuatro goles de diferencia— refleja el excelente momento que atraviesa el equipo de Pep. Su poderío ofensivo no obedece al rendimiento sobresaliente de uno o dos elementos: son diez jugadores distintos los que han anotado para el City en esta edición de la Champions League. El partido de vuelta será el 9 de marzo en el Etihad.