Serena Williams y otras tenistas estadounidenses se unieron el jueves a los pedidos para investigar el estado de la jugadora china Peng Shuai, cuyo paradero está rodeado de misterio desde que denunció que el ex viceministro chino Zhang Gaoli la agredió sexualmente.
Williams, ganadora de 23 títulos de Grand Slam, compartió la etiqueta #WhereIsPengShuai (¿Dónde está Peng Shuai?) con la que la comunidad del tenis, incluido el circuito femenino WTA, expresó su preocupación en las redes sociales sobre Shuai.
“Estoy desolada y conmocionada al conocer la noticia de mi compañera Peng Shuai. Espero que esté a salvo y que la encuentren lo antes posible”, escribió Williams en su cuenta de Twitter. “Esto debe ser investigado y no debemos permanecer en silencio”, demandó la ex número uno del tenis mundial. “Enviando amor a ella y a su familia durante este momento increíblemente difícil”, detalló.
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Las estadounidenses Jessica Pegula (número 18 del ranking de la WTA) y Jennifer Brady expresaron también públicamente su preocupación por el estado de Shuai, como habían hecho anteriormente estrellas del tenis mundial como el serbio Novak Djokovic o la japonesa Naomi Osaka.
La tenista china, antigua número uno del mundo en dobles, no ha sido vista desde hace dos semanas, lo que coincide con la denuncia de agresión sexual que formuló contra el ex viceprimer ministro Zhang Gaoli.
Antigua campeona de Wimbledon y de Roland Garros en dobles, Peng dijo en la plataforma Weibo, el equivalente chino de Twitter, a principios de mes, que Gaoli, uno de los hombres más poderosos de China entre 2013 y 2018, la había “forzado” a practicar sexo y a mantener un romance durante años.
La denuncia rápidamente desapareció de las redes sociales chinas y, desde entonces, la tenista de 35 años no ha sido vista, alimentando temores sobre su situación.
El miércoles, la cadena estatal china Cgtn publicó en Twitter una captura de pantalla de un correo electrónico que atribuyeron a Peng y que habría sido enviado al presidente de la WTA, Steve Simon, y a otros responsables del circuito tenístico femenino.
En el mensaje, Peng supuestamente asegura que esas acusaciones por abusos sexuales “no eran verdaderas” y explica que está “descansado en casa y todo está bien”. Sin embargo, rápidamente surgieron dudas sobre el lenguaje utilizado en el correo y por el hecho de que aparece un cursor de edición en medio del cuerpo del texto.
La explicaciones del supuesto correo electrónico “no hacen más que aumentar mi preocupación en cuanto a su seguridad”, declaró Steve Simon el miércoles 17 de noviembre. El ejecutivo señaló que han tratado de ponerse en contacto con la tenista en repetidas ocasiones y por distintos canales, sin éxito hasta el momento, y pidió una “prueba independiente y corroborable” de que está bien.
“Cuesta creer que Peng Shuai haya escrito realmente el correo”, afirmó el jefe de la WTA, organización que este jueves compartió la etiqueta #WhereIsPengShuai. “Espero que la WTA siga mostrando lo que defendemos como jugadoras”, pidió Jessica Pegula. “Espero que más gente, no solo tenistas, arrojen algo de luz sobre esta situación tan preocupante”. La federación canadiense de tenis también emitió un comunicado de apoyo a Peng, pidiendo “pruebas independientes e indiscutibles de que está a salvo”.
Las autoridades chinas guardan silencio ante la creciente preocupación por la tenista, cuyas acusaciones de agresión sexual son las primeras en recaer contra un alto dirigente del Partido Comunista.