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Afganistán: selección femenina de fútbol en peligro ante llegada de talibanes

Khalida Popal, quien integraba el equipo femenino de fútbol en Afganistán, ha revelado que ha tenido que decirles a sus compatriotas y jugadoras que huyan y se escondan.

larepublica.pe
En el 2018, las jugadoras denunciaron maltratos y abusos sexuales de parte de algunos directivos de la Federación Afgana de Fútbol. Foto: Twitter

Las deportistas que viven en Afganistán enfrentan momentos de terror y angustia luego de que los talibanes tomaran el control de la capital, Kabul. Khalida Popal, una de las primeras mujeres futbolistas en esas tierras y refugiada en Dinamarca, ha escuchado la desesperación de sus compatriotas.

“Las he alentado a que eliminen sus canales de redes sociales, fotos, que huyan y se escondan”, manifestó a la agencia AP. La deportista les aconsejó que borren cualquier historial en redes, sobre todo de activismo contra los talibanes, ahora que se ha comenzado a reinstaurar el Emirato Islámico en el país.

“Me rompe el corazón debido a que todos estos años hemos trabajado para incrementar la visibilidad de las mujeres, y ahora le estoy diciendo a mis mujeres en Afganistán que se escondan y desaparezcan. Sus vidas están en peligro”, señala Popal.

La jugadora de fútbol huyó de Afganistán en 1996, cuando estaban en el poder los talibanes. Vivió en un campamento de refugiados en Pakistán. En el 2007 integró la primera selección afgana femenina hasta el 2011. Las constantes amenazas que recibió la obligaron a buscar asilo en Dinamarca.

Mi generación tenía la esperanza de reconstruir al país, desarrollando las condiciones para la siguiente generación de mujeres y hombres. Entonces comencé con otras jóvenes, utilizando al fútbol como instrumento para impulsar a las mujeres y niñas”, sostuvo Popal.

La valentía de la mujeres de la selección afgana de fútbol hizo que ganaran el WFS Industry Awards 2019 a la Mejor Iniciativa de Fútbol Femenino presentada por Women in Football, debido a su lucha por los derechos humanos, contra la discriminación y el abuso sexual en su país.

En el 2018, las jugadoras denunciaron maltratos y abusos sexuales de parte de algunos directivos de la Federación Afgana de Fútbol. “En un ambiente como el que vivían estas jugadoras, iniciativas así pueden tener una extraordinaria influencia y convertirse en un punto de inflexión para las niñas y mujeres que aman el fútbol en Afganistán. Además, demuestran por qué el fútbol ha sido y continuará siendo una valiosa herramienta de justicia social”, dijo en ese entonces el jurado del premio.