Si una discapacidad no pudo detener a Pilar Jáuregui de convertirse en una de las mejores parabadmintonistas del mundo, menos una pandemia. Pasó momentos difíciles en cuarentena, pero ya está de vuelta y sumando medallas junto a la delegación peruana, las que podrían ayudarle a cumplir su sueño de llegar a Tokio 2020.
¿Cómo se siente volver a las competencias?
He vuelto después de un año y 2 meses al campo, me sentí bastante nerviosa, pero hemos tenido buenos resultados, me siento muy contenta, extrañaba esto. Ahora estoy enfocada en buscar mi clasificación.
¿Cómo es tu situación de cara a Tokio 2020?
Es por ranking; de una serie de torneos que empezaron desde enero del 2019, se suman tus mejores 6 resultados. En mi categoría estoy 8 en el mundo, pero mi clasificación depende mucho de los dobles femeninos, en el que no participé en España; ahí hay varias chicas que pueden desplazarme.
¿Cómo se llevan dentro de la delegación peruana?
Estuvimos en España con Pedro Pablo (De Vinatea), Jesús Salva y Giuliana Poveda. Antes del torneo estuvimos ocho días encerrados porque España pide hacer cuarentena apenas llegas. En el hotel, estuvimos un poco separados, pero pendientes de los partidos de cada uno. Es una convivencia muy bonita, somos como hermanos, hemos pasado muchísimas cosas juntos.
¿Qué recuerdos te dejó Lima 2019?
Mucha alegría, la emoción aún la tengo, me dejó muy feliz haber competido en mi país al lado de mi familia. Además, Lima 2019 no acabó ahí, seguimos disfrutando de los escenarios que no ayudan a prepararnos para los torneos.
¿Crees que Lima 2019 ayudó en términos de inclusión de personas con discapacidad?
Sí, más allá del reconocimiento y los escenarios, hemos ganado mucho en el tema social. Después de Lima, casi todos los deportes han ganado más adeptos. Muchos chicos con una discapacidad que no se animaban a hacer un deporte ya no tienen ese miedo de que les pueda pasar algo. Además, ya nos miran distinto. Yo a veces sentía que era invisible para la gente, hemos sufrido discriminación y creo que después de Lima eso ha ido cambiando.
¿Y en infraestructura?
Sí, ahora todas las sedes son totalmente accesibles, los baños, las rampas, todo lo necesario para poder entrenar. Antes no había rampas y si se malograba el ascensor tenía que rampar por las escaleras.
¿Has recibido el reconocimiento de la gente por ser una de las caras del deporte paralímpico?
Sí, he recibido muchos mensajes y no solo de chicos con alguna discapacidad o sus familiares, sino de personas que entendían esta problemática y que aún hay cosas en las que tenemos que mejorar. Cuando viajo a otros países, a veces quedo sorprendida cuando los carros se paran para darme el pase, creo que aquí poco a poco se está dando un cambio.
También fuiste vocera de ‘Iguales en la vida, iguales en el deporte’, que aboga por un trato igualitario entre varones y mujeres...
Sí, es un tema muy importante. Antes jugaba básquetbol en silla de ruedas y una de las dificultades que había es que muchas mujeres no podían participar en el equipo con los varones, algo que internacionalmente está permitido porque el juego es de igual a igual. Eso hizo que muchas chicas se desanimaran.
¿Cómo hiciste para seguir entrenando en cuarentena?
Qué no hice (risas). Muchas cosas, traté de acomodar toda la casa, creo que terminé entrenando en todas las partes de la casa. Además, no tenía mi silla de competencia, se había quedado en la Videna. Volver al campo costó, el ritmo bajó bastante. Cuando volví pensé que habían agrandado el campo (risas), se me hacía enorme.
¿Cómo nació tu pasión por el bádminton?
Yo jugaba tenis de campo, luego conocí a Pedro Pablo de Vinatea y él me invitó a practicar. Cuando lo vi, me pareció chiquito, lento, pero cuando lo practiqué vi que se necesitaba mucha reacción, que era veloz y me encantó. Imagínate, la silla no tiene frenos, así que el nivel de concentración es alto.
¿Qué es lo más importante que te ha dejado el deporte?
Me ha ayudado mucho a desenvolverme. Le ha dado algo extra a mi rehabilitación. Me dio muchísima libertad y seguridad. Yo he practicado casi todo tipo de deportes y todos me sirvieron de algo. Estoy muy agradecida con el deporte porque antes pensaba que no podía, que como estaba en silla de ruedas debía dedicarme a otras cosas, pero todo esto me ha demostrado que no tengo por qué detenerme, que puedo hacer lo que sea. Por ejemplo, siempre soñé con surfear, una vez lo hice y me encantó, nunca olvidaré esa sensación. Son cosas que uno solo tiene que atreverse.
La delegación peruana cerró su participación en el Spanish Parabádminton International 2021 ganando 6 medallas. Pilar Jáuregui (bronce en singles y plata en dobles mixtos WH1-WH2), Giuliana Poveda (oro en singles y bronce en dobles SH6), Pedro Pablo de Vinatea (bronce en dobles SL3-SL4) y Jesús Salvá (plata en dobles SH6).
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