Edge no se guardó nada y brindó detalles de la lucha que protagonizó junto a Randy Orton en el evento estelar de WWE Backlash 2020. El excampeón mundial se refirió a las críticas que recibió el combate por tener segmentos que se tuvieron que repetir durante las grabaciones.
“Hicimos Backlash y estoy contento de cómo salieron las cosas. Al contrario de la opinión de los expertos, no se grabó en siete u ocho horas, solo tomó una, de un tirón, y luego hicimos cuatro tomas adicionales. He visto a gente quejarse de la toma del DDT por debajo de la cuerda. Eso fueron dos segundos. Si para ti eso arruinó el combate entero, entonces tienes un problema”, aseguró la ‘Superestrella categoría R’ en entrevista con Busted Open Radio.
"Lo entiendo, todos necesitan algo de lo que quejarse, pero fue un enorme examen para saber dónde estoy ahora mismo en esta nueva versión de mí mismo, de cara a cómo voy a luchar de aquí en adelante", agregó.
Sin embargo, pese a que defendió el uso de estas tomas adicionales, Edge admitió que no fueron de su agrado. “Odié esas tomas adicionales, y fueron idea mía. Vi el primer montaje, sin ninguna, y dije ‘No hacen falta'. Pero a Vince (McMahon) le encantaron. Y pensé ‘Demonios, demonios, ahora las van a incluir'”, acotó.
Pero Edge no se detuvo ahí, también opinó sobre el estilo de lucha libre que los fans se están acostumbrando a ver. “Sé que parte de nuestra audiencia está acostumbrada a combates de 52 Superkicks y 82 acrobacias. No seré yo quien haga eso. Nunca fue mi estilo, y especialmente ahora. Quiero un combate por el que Bret Hart, Undertaker y Gerald Brisco me manden un mensaje. Si para eso hace falta reeducar a la industria y a nuestra base de fans, que así sea”, sentenció.
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