Los antiguos indígenas del Perú, sembraban una curiosa planta en lo alto de los Andes peruanos, donde el viento sopla frío y la vegetación es escasa. Considerada por los españoles como 'la fruta maldita' de los Andes y presente en las historias de varios cronistas, este alimento natural tenía la peculiaridad de ocasionar el mismo efecto que el alcohol, a quienes la consumían en exceso.
Conocido también como 'licor andino' es fácilmente confundible con uvas o guindas. Incluso su sabor dulce y gustoso logra confundir a cualquiera, pero sus efectos son totalmente diferentes. No se descarta que también sean empleadas como un fuerte alucinógeno en prácticas de rituales o de curanderismo.
El Macha Macha es el peculiar fruto que cuando lo comes en exceso puede ocasionarte el mismo efecto que el alcohol, es decir, te puede embriagar. De acuerdo con el cronista Cieza de León, la planta que producía este fruto era muy parecida a otra que era conocida como Mortiño, pero los efectos al ingerir sus frutos son bastante diferentes, pues decía "si comen alguna cantidad de esta, se embriagan y hacen grandes bascas, y están un día natural con gran pena y poco sentido".
Así luce la fruta Macha Macha. Foto: YouTube/Francisco Arango
De acuerdo con el canal de YouTube 'Francisco Arango', la Macha Macha crece sin riego, sin cuidados especiales y está adaptada a condiciones extremas. Crece entre los 2.400 a 4.000 m. s. n. m. y florece con el inicio del invierno, especialmente en los meses de enero y febrero, por lo que sus frutos maduran para marzo y abril. Las frutas pueden ser de colores morado, blanco y negro oscuro.
El nombre Macha Macha proviene de la palabra quechua machay: embriagarse; así machaypury significa 'andar borracho' y machaqpura es 'entre borrachos'.
De acuerdo con la experiencia del padre de Francisco Arango, narra que cuando era joven, junto a sus amigos solían comer el Macha Macha, y los síntomas que sentía era náuseas, mareos, un estado de letargo e incluso visión borrosa, por lo que se debe comer con mucha precaución. Incluso, el excesivo consumo de este milenario fruto puede causar la muerte.