A lo alto de una montaña y sobresaliendo de las casas del pueblo Heroica Mulegé, en el estado de Baja California Sur, en México, se encuentra la famosa cárcel sin puertas. Esta denominación se asignó debido al curioso sistema de administración y operación con la que funcionaba esta prisión: no tenía rejas en sus celdas y, además, los prisioneros contaban el privilegio de salir al pueblo durante el día para asistir a bailes y fiestas patronales.
Esta peculiar cárcel sin puertas fue construida hace más de 100 años, y hoy se ha convertido en un importante museo de la región. Conoce más detalles sobre esta inusual prisión mexicana.
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En el aniversario del primer siglo de la Independencia de México, y por órdenes del gobernador Porfirio Díaz, se construyó la famosa cárcel sin puertas. Según explicó el historiador especializado en la región de Baja California, Luis Domínguez, en una conversación con la agencia de noticias EFE, esta penitenciaría se volvió popular en el pueblo por su inédita forma de organización.
Los presos cumplían su condena en celdas sin rejas y podían visitar el pueblo durante el día. La única condición era que debían regresar a la prisión a las 6 de la tarde, al toque de la caracola.
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Esta cárcel sin rejas está situada en una localidad de México. Foto: Facebook/Museo Regional de Mulegé
"Los presos menos violentos salían al pueblo a trabajar durante el día, por lo que a su vez ayudaron al progreso y crecimiento de la Heroica Mulegé. Los mismos reos trabajan. No eran tampoco esclavos. La labor que hacían fuera de la cárcel les era remunerada. De alguna manera ellos eran trabajadores y eran productivos. Convivían pobladores y reos de la cárcel sin puertas", mencionó el experto.
Aunque los reos trabajaban en la ciudad cumpliendo labores de carpintería, mecánica, artesanía, limpieza o albañilería, también podían asistir a bailes y fiestas patronales. Esto sin tener contacto físico con los ciudadanos del pueblo.
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Los reos de esta cárcel sin rejas no se escapaban debido a la zona estratégica en la que se encontraba esta penitenciaría. Foto: Museo Regional de Mulegé
El funcionamiento de esta peculiar organización con la que contaba esta cárcel sin rejas se debía a su ubicación estratégica en el mapa. Esta prisión está rodeada por el desierto del sur de la Península de Baja California, de tal forma que ningún prisionero se atrevía a alejarse mucho de la zona.
De acuerdo con la historia, solo un recluso logró escapar de dicha prisión sin rejas; sin embargo, tuvo que ser rescatado días después, por la deshidratación que sufrió en el desierto.
"Cuenta la historia que solo un recluso intentó escapar, pero a los tres días, y a punto de morir de deshidratación, fue rescatado por el mejor jinete de la región, que también era preso de la cárcel sin puertas", reveló el destacado cronista.