San Juan de Lurigancho es uno de los 43 distritos que forman parte la provincia de Lima. Esta jurisdicción no solo resalta por ser uno de los más habitados de la capital, sino por las urbanizaciones que la conforman. Una de las más conocidas es Mangomarca, barrio popular que tiene dentro de sus límites a las lomas, ecosistemas que en invierno reverdecen.
Mangomarca alberga centros arqueológicos que dan indicios de su pasado. Conoce más de su historia y del significado de su singular denominación.
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Mangomarca, al igual que el distrito de San Juan de Lurigancho al que pertenece, formó parte del señorío Ychsma. Esta cultura se extendió por los valles medio y bajo de los ríos Lurín y Rímac.
De acuerdo con el arqueólogo Julio Abanto en su investigación "Lurigancho, un curacazgo Ychsma de la margen derecha del valle bajo del Rímac", publicada en la revista de la UNMSM Arqueología y Sociedad, son varios los autores que definen que el nombre de Mangomarca deriva de voces quechuas.
El Ministerio de Cultura ha ejecutado trabajos para preservar las arquitecturas prehispánicas ubicadas en Mangomarca. Foto: composición LR/Rumbos Del Peru/difusión
“La primera define a un grupo humano reconocido dentro de su entorno y la segunda le otorga una categoría de jerarquía a un asentamiento con características complejas dentro del territorio del grupo que se reconoce como Lurigancho o Rurikanchu”, indica el investigador.
Así, el topónimo vendría de Manqu Marka, cuya traducción sería "pueblo del señor o de grandes señores". Sin embargo, con el paso del tiempo se transformó en Mangomarca, escrito y pronunciado en forma conjunta.
Mangomarca, con el complejo arquitectónico homónimo, fue la capital política del curacazgo Rurigancho o Lurigancho, que a la vez obedecía al señorío Ychsma y floreció en el Intermedio Tardío. De esa manera, tiene bases históricas en la quebrada de Canto Grande, que fue territorio importante del espacio de vida de dicha cultura.
Los cambios que permanecen hasta el día de hoy se dieron debido a las migraciones del campo a la ciudad, las cuales poblaron significativamente los territorios de Mangomarca. Posterior a la década de los 90, se da un mayor incremento de los habitantes, pues varias de las residencias se empiezan a dar en alquiler.
Actualmente, la zona arqueológica Mangomarca es uno de los asentamientos prehispánicos más representativos del distrito de San Juan de Lurigancho. Asimismo, cuenta con lomas propias del territorio que abarcan 500 hectáreas de terreno, las que —según denuncias de los vecinos de la zona— se ven constantemente amenazada por traficantes de terreno.