¿Cada cuánto tiempo debo cambiar la toalla de baño?

Una toalla de baño es un elemento indispensable para nuestra higiene personal. Al ser un objeto que usamos directamente sobre nuestro cuerpo, es muy importante que este se encuentre también en buen estado y que resulte saludable para nosotros. A diferencia de algunas prendas, las toallas de baño suelen ser utilizadas más de una vez antes de ser lavadas. Esto es algo normal, pero es clave saber en qué momento debemos cambiar la toalla de baño para no pasarnos del límite.

El cambiar la toalla de baño no obedece solamente a un tema de humedad, de ser ‘maniático’ de la limpieza o por fines estéticos, sino porque puede incidir sobre nuestra salud. Como se mencionó anteriormente, el contacto directo entre la toalla y nuestro cuerpo hace que seamos vulnerables a microorganismos, bacterias y más que pueden encontrar un buen hábitat en las toallas húmedas.

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¿Por qué debemos cambiar las toallas de baño?

Según dijo la experta en Microbiología María del Carmen Romero para Vogue, es importante cambiar las toallas de baño de vez en cuando debido a los microorganismos que pasan a estas cada vez que nos secamos. Si bien estos no son peligrosos estando en nuestra piel, las condiciones (temperatura cálida, oxígeno, pH parecido al de la piel) de una toalla húmeda son buenas para su proliferación.

Tras un exceso de usos, las toallas de baño pueden favorecer la multiplicación de todos estos microorganismos, los cuales podrían ocasionar alteraciones en la piel. Sin embargo, es importante aclarar que tampoco es necesario lavarlas tras cada uso, pues con una sola secada o dos no almacenan suficientes gérmenes para ser realmente peligrosos.

¿Cada cuánto tiempo debemos cambiar las toallas de baño por una nueva?

Si bien la experta aclaró que no hay una cifra oficial de parte de la comunidad científica respecto a cuántas veces podemos usar una toalla sin lavarla, mencionó que la cantidad recomendada es entre tres y cuatro. Esto se debe a que, difícilmente, una toalla se seca por completo luego de ser utilizada.

Más allá del número de usos de una misma toalla antes de cambiarla, también hay un par de recomendaciones importantes para tenerlas en un estado más saludable: lo ideal es no compartir toalla con otras personas para evitar una potencial transferencia de microorganismos ajenos, y además es muy conveniente airear y mantener estirada la toalla tras su uso inmediato.

¿Cómo secar las toallas y mantenerlas en buen estado?

Las toallas se pueden poner duras, ásperas o perder su textura suave, por lo que también resulta muy útil saber qué hacer para mantenerlas más tiempo en un buen estado. Ese cambio de dureza suele estar ocasionado por restos de jabón o exceso de detergente, por lo que hay que tener cuidado en que la tela de la toalla no se reseque mucho.

Por otro lado, hay que lavarlas con cuidado —se recomiendan temperaturas superiores a los 60 grados para eliminar microorganismos— y luego secarlas a temperatura baja. Tenderlas al aire libre y sacudirlas es también una buena opción. Las toallas también deben estar bien ventiladas y extendidas para evitar que se abomben.