Perú posee una gran cantidad de sitios arqueológicos, tesoros escondidos y lugares de ensueño que atrae a miles de turistas al año. Aunque algunos de ellos ya son mundialmente conocidos como Machu Picchu, la maravilla del mundo, otras, como la catarata de Gocta en Amazonas, llevan tan solo 20 años desde su descubrimiento. Entérate en esta nota cómo se dio a conocer esta joya de la selva peruana para el mundo entero.
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La catarata Gocta, también conocida como ‘La chorrera’, se ubica cerca a los caseríos de Cocachimba, San Pablo y La Coca en el distrito de Valera, provincia de Bongará, en el departamento de Amazonas, Perú. Aunque los pobladores conocían de la existencia de la catarata, estos se mantenían alejados debido a una leyenda popular sobre una sirena.
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Según cuentan los nativos, un poblador de Cocachimba llamado Gregorio apareció con joyas en sus bolsillos tras una caminata a la catarata Gocta, por lo que despertó una ligera sospecha en su esposa, quien decidió seguirlo.
Al llegar allí, la mujer vio a Gregorio acompañado de una extraña señorita, quien tenía la mitad de su cuerpo como un pez. Al percatarse de que se trataba de una sirena, la esposa se acercó a ellos hasta que eventualmente todos desaparecieron en el interior de la laguna. A partir de dicho momento, ningún poblador decidió acercarse a la catarata Gocta, esto hasta la llegada de un extranjero que lo cambiaría todo.
El alemán Stefan Ziemendorf llegó a Perú en 1999, país en el que inició una relación amorosa con una joven peruana. Por tal motivo, en el 2002, la pareja decidió recorrer lugares turísticos de la zona.
Fue allí que, a lo lejos, el alemán divisó la catarata Gocta por primera vez, la cual llamó su atención de manera inmediata. Sin embargo, no fue hasta mayo del 2005 que Stefan Ziemendorf regresó a la zona para poder tener un mejor avistamiento de la gran cascada.
Gracias a Telesforo Santillán, un poblador de la zona de Cocachimba, Ziemendorf fue guiado hasta la misma catarata Gocta y grande fue su sorpresa al percatarse de que esta no había sido explorada.
Nueve meses después, según cuenta Telesforo Santillán, Stefan Ziemendorf volvió para medir la catarata Gocta. El estudio arrojó la cifra oficial de 771 metros, dicha longitud la volvió la tercera catarata más alta del mundo hasta la actualidad.
Detrás se encuentra El Salto del Ángel en Venezuela (972 metros) y el Tugela Falls en Sudáfrica (948 metros).