De pequeñas flores blancas y aroma atractivo, la manzanilla es una de las plantas más utilizadas en infusiones capaces de calentar el corazón de un hogar completo. Su nombre científico es Chamaemelum nobile y su cultivo se extiende en Europa, América del Norte y América del Sur.
A esta delicada planta se le atribuyen bondades curativas frente a las inflamaciones, resfriados y espasmos cólicos. Sin embargo, tal como se asegura en el artículo científico “La manzanilla y sus propiedades medicinales” —difundido a través de Scielo en la Revista de Investigación e Información en Salud—, la ingesta en exceso tendría efectos secundarios.
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El Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia enumera los principales beneficios de esta clásica bebida: contrarresta los malestares menstruales y alivia los trastornos digestivos, es decir, la indigestión, náuseas, vómitos y gases.
El mencionado estudio respalda esta información y añade lo siguiente:
La Universidad Pública de Navarra señala la posibilidad de enfrentar reacciones alérgicas tras el consumo de manzanilla. ¿Por qué? Esta planta se caracteriza por presentar flores agrupadas en cabezuelas, las mismas que pueden ocasionar inflamación en la garganta, ronchas en el cuerpo y la disminución del flujo respiratorio.
Por su parte, en el artículo “La manzanilla y sus propiedades medicinales” se detallan algunas advertencias sobre su uso excesivo:
Recuerda que la primera medida antes de combinar la medicina natural con cualquier otro tratamiento es consultar al médico de cabecera.