Las corridas de toros son una de las tradiciones más populares en España y gran parte de América Latina, pero también una de las más cuestionadas y rechazadas por el sufrimiento al que se obliga padecer al animal, y que en la vasta mayoría de casos termina en su muerte. La excepción a esta última regla es el indulto.
De darse circunstancias especiales, el astado puede librarse de la estocada fatal que le asesta el torero, según establecen las normativas de la tauromaquia. A continuación, te explicamos quién otorga el indulto, bajo qué condiciones y cuál es el destino de la res que recibe esta gracia.
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El indulto es una figura excepcional dentro de la tauromaquia en la cual el torero perdona la vida del toro luego de la corrida, al considerar que este ha sido un “digno rival”.
De acuerdo con el Reglamento de Espectáculos Taurinos de España, este solo se puede otorgar “en plazas de primera y segunda, cuando una res por su trapío y excelente comportamiento en todas las fases de la lidia, así lo merezca, al objeto de su utilización como semental y para preservar en su máxima pureza la raza y la casta de las reses”.
En el indulto, el torero perdona la vida del toro. Foto: Semana
La persona encargada de solicitar el indulto del animal es el presidente del ruedo o juez de plaza, quien se encarga de dirigir el espectáculo y garantizar su normal desarrollo. Esta gracia solo puede ser concedida cuando concurren las siguientes circunstancias, según el citado reglamento:
¿Qué significa el indulto en una corrida de toros y quién puede pedirlo?
De cumplirse con estas condiciones, el presidente sacará el pañuelo naranja como señal de que se perdona la vida del astado. El torero utiliza una banderilla en vez del estoque y, si fuera premiado con las orejas o el rabo, se simulará la entrega de estos.
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El comportamiento del toro al entrar al ruedo, su postura frente a un caballo, el no restregar la arena, no retroceder ante el torero e ir por la muleta sin desviarse son algunos de los aspectos que el juez evalúa para conceder el indulto, de acuerdo con que menciona el portal Relatos e Historias en México.
Al final de la corrida, el toro indultado es retornado a los chiqueros situados detrás de la barrera. Allí se le curan las heridas y finalmente se le regresa a su ganadería de origen.
Dicho bovino ya no es considerado para futuras corridas y vive el resto de sus días convertido en semental. Esto se debe en parte a la intención de preservar sus genes para la reproducción, de modo que sus descendientes puedan heredar cualidades semejantes a las suyas.
Un toro indultado puede llegar a vivir hasta 10 años más, según refiere el medio español Expansión. Para ello, es importante que las heridas del animal sean bien atendidas. El tiempo de recuperación suele ser de un mes y medio, y dependerá del clima y del castigo sufrido.
Los toros indultados viven como sementales durante el resto de su vida. Foto: Expansión
“Es conveniente que esté tranquilo, que coma y que beba, ya que los bóvidos son muy sensibles al dolor. Igualmente importante es evitar la infección de las heridas y las distintas trayectorias, que se tratan con antibióticos y analgésicos, y con limpiezas de las lesiones en el mueco (cajón de curas)”, indicó la veterinaria Anabel Vásquez al citado medio.