En el siglo XVI, un fraile dominico marcó la historia no solo del Perú, sino también del mundo. Se trata de San Martín de Porres, el primer mulato declarado santo por la Iglesia Católica y quien, durante una época difícil para el país, se encargó de asistir a enfermos y desahuciados.
El hombre altruista, cuya frase símbolo era “yo te curo, Dios te sana”, fue nombrado por el papa san Juan XXIII como “Santo Patrono de la Justicia Social” y “Patrón Universal de la Paz” en pleno siglo XX, en tiempos marcados por las consecuencias de la guerra y la violencia.
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Plegaria 1
En esta necesidad y pena que me agobia, acudo a ti, mi protector San Martín de Porres. Quiero sentir tu poderosa intercesión. Tú, que viviste solo para Dios y para tus hermanos, que tan solícito fuiste en socorrer a los necesitados, escucha a quienes admiramos tus virtudes.
Confío en tu poderoso valimiento para que, intercediendo ante el Dios de bondad, me sean perdonados mis pecados y me vea libre de males y desgracias. Alcánzame tu espíritu de caridad y servicio para que amorosamente te sirva entregado a mis hermanos y a hacer el bien.
Padre celestial, por los méritos de tu fiel siervo San Martín, ayúdame en mis problemas y no permitas que quede confundida mi esperanza. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Plegaria 2
Humilde San Martín de Porres, que con tu ardiente caridad abrazaste la creación con la voz de tu corazón, enciéndenos de caridad. Libera nuestro corazón de miedos. Haznos respetar la creación. Por favor, enséñanos a amar. Dígnate escuchar nuestras súplicas. San Martín de Porres, ruega por nosotros.
Plegaria 3
Oh, bienaventurado San Martín de Porres, fiel siervo de Dios, tú que llenaste siempre los corazones de las personas más necesitadas y con menos oportunidades y que no dudaste ni un segundo en cuidar con esmero aquellos seres, te pido que hoy escuches mis peticiones para que hagas llegar esta plegaria hasta los cielos, y Dios me pueda ayudar con esta situación que tanto me atormenta.
En este momento me comunico contigo para pedirte que ruegues por mí, para que todo comience a ser un poco más sencillo en mi vida. Concédenos tu milagroso apoyo para que cualquiera de los seres que habitan este mundo pueda superar cualquier tipo de enfermedad que haya despertado una gran preocupación por su parte, y por parte de sus allegados.