‘La curva del diablo’ y los accidentes de tránsito. Desafortunados eventos automovilísticos suelen dejar graves heridos o en casos más lamentables, fallecidos. Sin embargo, a pesar de que usualmente estas tragedias se deben a alguna negligencia, los ciudadanos han reportado la existencia de pistas mortales, incluso las han tildado como ‘la curva del diablo’.
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Quizás la más conocida es ‘la curva del diablo’ ubicada en el Serpentín de Pasamayo en la Panamericana Norte. A este sector se le atribuye la tragedia del 2 de enero de 2018, cuando un tráiler chocó contra un bus interprovincial que terminó cayendo hacia el acantilado. ¿El resultado? 52 muertos y seis heridos.
En la cultura peruana, se le suele llamar ‘la curva del diablo’ a esas fracciones de carretera en las que usualmente suceden accidentes mortales.
Por ejemplo, aunque la avenida 1 de mayo es de las más conocidas en Villa el Salvador, su cruce con la avenida Micaela Bastidas ha pasado a llamarse ‘la curva del diablo’ por los ciudadanos a causa de los constantes accidentes de tránsito. Lo mismo pasa en más carreteras del Perú.
Paradero ‘La Curva del Diablo’
Quizás ‘la curva del diablo’ más conocida en el Perú es la de Pasamayo o Villa el Salvador. Esto debido a los trágicos accidentes que han cobrado decenas de vidas en los últimos años. Sin embargo, también existen otras ‘curvas del diablo’ en territorio peruano.
En Cerro de Pasco, a la altura del kilómetro 138 en la carretera Pasco-Huánuco, existe una temida sección conocida como ‘la curva del diablo’. Una de las tragedias ocurrió en el 2016, cuando un bus interprovincial se despistó a un barranco por la neblina y lluvia, y ocasionó la muerte de 24 personas; otras 30 quedaron heridas.
En Jauja, precisamente entre Sausa-Tambo y Miraflores en la Carretera Central, se ubica una ‘curva del diablo’. Lleva ese nombre, pues ha sido causante de múltiples accidentes automovilísticos que han cobrado víctimas mortales en los últimos años.
'La curva del diablo' en Jauja. Foto: Facebook/Jauja Perú
En el kilómetro 84 de la carretera Arequipa-Puno también se encuentra una conocida como ‘la curva del diablo’. En mayo del 2019, murieron 26 personas que viajaban en un bus interprovincial luego de que este cayera a un abismo.
En Huarochirí, entre San Mateo y el Puente Infiernillo, existe otra ‘curva del diablo’ que viajeros de Huancayo a Lima y viceversa deben cruzar. En septiembre del 2018, en esta carretera murieron seis y hubo 22 heridos.
En la vía de Puno-Juliaca también se encuentra una ‘curva del diablo’, en el sector Huerta Huaraya. Los carros suelen despistarse en dicha autopista, por lo que los pobladores han pedido constantemente a los conductores que tengan mucho cuidado al manejar por esa zona.
El hecho se encuentra en investigación, pero se presume que el chofer iba a excesiva velocidad y perdió el control del vehículo. Foto: Ritmo Plustv
En Amazonas, se ubica una zona conocida como ‘la curva del diablo’ en la carretera Fernando Belaúnde Terry, en la provincia de Utcubamba. Este sector también es protagonista de despistes de buses interprovinciales que han dejado múltiples heridos y fallecidos en su historial.
En Huancavelica se ubica un cerro conocido como ‘la curva del diablo’, en el distrito de Santiago de Chocorvos, Huaytará. Uno de los accidentes más sonados fue el del 2019: una camioneta se salió de control y cayó a un precipicio. Afortunadamente, las tres personas dentro, incluido un niño, fueron atendidas de emergencia.
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En el interior del país existen más autopistas conocidas como ‘la curva del diablo’, por lo que ciudadanos a nivel nacional han criticado la negligencia de los autobuses interprovinciales en carreteras peligrosas. Sin embargo, esto también se ha repetido en el extranjero como en el caso de México y ‘la curva del diablo’ ubicada en la carretera de Ciudad de México-Cuernavaca.
Los primeros accidentes mortales que se registraron en la vía de Pasamayo datan de 1990. Por ejemplo, en febrero de dicho año, un ómnibus se precipitó a la altura del kilómetro 54. El trágico accidente dejó un saldo de 10 muertos y 38 heridos.
Un segundo caso ocurrió en marzo de 1990. El 30 de dicho mes, un bus interprovincial y un camión tanque protagonizaron un fuerte impacto en la que 13 personas perdieron la vida.
El 5 de junio del 2009 ocurrió uno de los sucesos más lamentables en el Perú. En aquella ocasión más de 2.000 indígenas confluyeron en Bagua, en la zona conocida como ‘la curva del diablo’, región Amazonas, para exigir al gobierno de Alan García la derogación de decretos legislativos que afectaban sus derechos.
Una oscura orden de desalojo policial generó la muerte de policías e indígenas. Por este hecho fueron procesados y finalmente absueltos 53 personas, entre indígenas y mestizos.