Escribir varias cartas a Santa Rosa de Lima es una costumbre que miles de personas realizan por creer en la religiosa limeña. Por ello, en su día, los creyentes preparan sus palabras de agradecimiento, deseos, promesas u otros para hacer sus misivas y dejarlas en su convento.
Grandes y pequeños se unen a las celebraciones que se realiza cada año por la patrona de América. Por esta razón, varios se preguntan por qué esta tradición es importante para los devotos. Conoce aquí qué los motiva para rendir homenaje a Santa Rosa de Lima
La principal razón que motiva a los creyentes para hacer misivas a Santa Rosa de Lima es su fe. A la religiosa limeña se le atribuye diversos milagros. Algunas, incluso, tienen pruebas e investigaciones que verifican los hechos ante la Iglesia.
Para tener una experiencia similar, sus devotos le escriben cartas con el fin de que sus deseos se hagan realidad. Asimismo, también es una forma de conversar con la patrona de la Policía Nacional del Perú y hacer compromisos de fe.
Este 2022 se ha logrado un nuevo cambio, ya que las personas podrán asistir al convento de forma presencial. De esta manera, podrán acceder a uno de los espacios tradicionales de reflexión y comunicación directa. Se trata del pozo de los deseos, un lugar donde los feligreses pueden depositar sus cartas a Santa Rosa de Lima.
Los creyentes envían cartas a Santa Rosa de Lima con diversas oraciones o peticiones. Foto: Radio María
Cada misiva es un espacio personal en el que puedes escribir lo que desees pedir a Santa Rosa de Lima. Además, según la tradición, puedes llenar su interior de oraciones, compromisos de fe, peticiones para ayudar a los más necesitados, entre otros.
Según cuenta la historia dada por los seguidores de la santa limeña, ella tenía la costumbre de someterse a castigos dolorosos para expiar sus pecados. Uno de ellos consistió en amarrarse una cadena de espinas en su cuerpo. Al verla así, sus allegados le pidieron desistir de su idea y se liberara del dolor; sin embargo Rosa no tenía intenciones de hacerlo, ya que, inicialmente había arrojado la llave dentro del pozo.
Sin embargo, un día se acercó al pozo para llorar sus penas por todo lo que estaba viviendo, es ahí, según cuentan los creyentes, que Dios apareció y la liberó. Desde entonces se cree que el pozo cumple los deseos y es un lugar donde pueden acercar más sus penas y peticiones a Santa Rosa de Lima.
Isabel Flores de Oliva nació en Lima el 30 de abril de 1586. Fue hija de Gaspar Flores y María de Oliva. Se cuenta que desde su infancia se observó su vocación por el servicio hacia el prójimo como una forma de estar cerca a Dios.
Santa Rosa de Lima fue confirmada en el distrito de Quives, en la sierra de la capital, por otra figura importante de la Iglesia católica en el Perú, Santo Toribio de Mogrovejo.