El terremoto del 15 de agosto del 2007, con epicentro en Ica, produjo la muerte de 600 personas y la desesperación de millones de familias. En medio de la tragedia, un pequeño ‘santo’ surgió para devolverle la fe al pueblo iqueño que quedó devastado. Se trata de Chicho, el ‘Niño de los Temblores’, quien falleció durante el sismo y actualmente se le considera como un símbolo religioso por sus ‘milagros’.
El niño de nombre José Luis Tipacti Peña Vásquez nació en Ica y fue el último de cuatro hermanos. Los nueve años que disfrutó en vida con su familia fueron gozados como todo menor en su inocencia. Los juegos y la diversión formaban parte de su día a día antes de la trágica noche que cambiaría su destino.
Foto de Chicho y estatua en tamaño real de él. Foto: Facebook/NiñodelosTemblores/bitácora
Uno de los pasatiempos de Chicho, como lo llamaban en casa, era entretenerse en la cabina de internet junto a sus amigos. El local, que se encontraba a una cuadra de su vivienda, fue el último lugar visitado por el pequeño, quien desorientado salió a la calle durante el sismo. Al cruzar la pista, buscó refugió en unas paredes de adobe, pero estas terminaron cayendo sobre él.
Horas después del movimiento, sus familiares lo encontraron entre los escombros cuando un medio local entrevistaba a su madre. El llanto de Edith Peña Vásquez quedó grabado en la memoria de los televidentes en aquel año. Tal fue la desesperación de la mujer que intentó reanimarlo en su casa, pero nada pudo hacer.
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Al segundo mes de su fallecimiento, Edith Peña tomó la decisión de construir una gruta por recomendación de un vecino. Un día visitó a Chicho y junto al sitio encontró a una anciana que le encendía una vela. Para sorpresa suya, la mujer de arrugas nunca había conocido a su hijo, pero se mostraba agradecida por un ‘milagro’.
Conforme fueron pasando los meses, más testimonios llegaron a oídos de su mamá. Uno de los más impactantes fue el ocurrido con Ana, una niña de 6 años que había quedado desahuciada por los doctores debido a un cáncer terminal que alojaba su cerebro.
Cuando le dieron dos meses de vida, su madre, Sharon, se enteró de la existencia de Chicho. Con esperanzas, fue hacia él y le pidió que le cumpla el milagro de curar a su hija de toda enfermedad. Cuando la menor regresó al hospital para sus chequeos, los doctores no se explicaron su sanación.
La señora Vianka también es otra de las personas que depositaron su fe en el pequeño ‘milagroso’. Así lo dio a conocer en un reportaje de Panorama. En la entrevista, la mujer no solo mostró su tatuaje en honor al ‘Niño de los Temblores’, sino que también recordó que le había cumplido dos milagros. Años más tarde, la mujer vivió un tercer ‘milagro’ cuando Chicho la curó del cáncer que le detectaron.
La noticia del ‘milagroso’ niño de Ica también ha llegado a otros países. Es por eso que, cada diciembre, Edith Peña recibe regalos y donaciones de fieles del Perú y el mundo. Todo lo recaudado por la familia es repartido en la ciudad del ‘Niño de los Temblores’ y, en ocasiones, a otras partes del país.
Tal ha sido la difusión de la historia de este niño considerado ‘santo’ del pueblo que en la actualidad cientos de personas visitan su capilla de madera para ver su estatua. Es más, cada año, la familia de Chicho celebra una misa en su honor, en la que los devotos intentan conseguir un sitio hasta rebasar el aforo.
Capilla de Chicho, el 'Niño de los Temblores'. Foto: Felipe Puza
Solo basta con recorrer las calles de Ica para saber que el menor está en las oraciones de miles. Las estampitas en los negocios o imágenes en los vehículos de los conductores son solo pequeñas muestras de la fe que muchos le tienen él.
Como parte de la rutina, la señora Edith Peña cambia la ropa de la imagen en tamaño real de su hijo. Para que estas prendas sigan a disposición de sus seguidores, la madre de Chicho las lleva a su casa para que las personas puedan hacer sus peticiones con sus respectivas oraciones.
Por más que vigilan el lugar, la delincuencia también ha llegado a la capilla del ‘Niño de los Temblores’. Y es que en un par de ocasiones, inescrupulosos han intentado robarse la ropa que la estatua lleva puesta, pero no han tenido éxito alguno.
Durante una entrevista con el portal Somos Periodismo, Edith Peña Vásquez reveló que luego del terremoto en el 2007, reanudó su intensa búsqueda con la esperanza de encontrar con vida a su hijo Chicho. Sin embargo, la madre de familia quedó sorprendida al encontrarlo sin vida, pero un hecho llamó su atención. “Cuando lo hemos traído a casa, Chichito no tenía ni una gota de sangre, ni estaba chancado ni doblado. Lo único que tenía era un rasponcito en el pómulo y en la sien”, manifestó.
La capilla construida con madera, se encuentra ubicada en el cruce de la calle Ayacucho con la calle Nazca en Ica. El pequeño lugar no solo es visitado por orantes, sino también por personas que desean dejarle un regalo al ‘Niño de los Temblores’.
La tumba de Chicho es muy visitada por sus devotos, quienes lo llenan de flores en su cumpleaños y fecha de fallecimiento. Foto: Huaral en línea
Los supuestos milagros de Chicho a todo aquel que le ha pedido por la salud de algún familiar o por qué necesita conseguir trabajo o éxito en su negocio se ha vuelto fiel devoto del ‘Niño de los Temblores’ al punto de no solo hacerse conocido en Perú, sino también en el extranjero. La cara del niño, quien en la actualidad tendría 24 años, se encuentra en diferentes estampitas en los mercados de iqueños y en los taxis de la ciudad de Ica.
Chicho no solo fue enterrado como un niño cualquiera, sino que después de unos meses muchas personas le atribuyeron diversos milagros, con los cuales se le considero el ‘Niño de los temblores’. Una de las testigos fue Vianka, quien no solo le pidió por ella, sino que decidió tatuarse el rostro de Chicho e, incluso, mandó a fabricar una estatua en tamaño adolescente del iqueño que se encuentra en la gruta en su honor.
A pesar de que la gruta de su hijo Chicho se encuentra llena de flores, velas y fotografías que dejan sus devotos con la esperanza de que les cumplan sus pedido. Edith Peña asegura que después de muchos años de la muerte de su niño aún no lo ha podido superar por más consejos y visitas que reciba la estatua del llamado ‘Niño de los Temblores’.
Miles de devotos van a la gruta de Chicho para dejarle pequeños presentes en honor a su cumpleaños. Los fieles se reúnen todos los 20 de julio para llevarle flores, globos y velas para recordar la fecha de nacimiento de José Luis Tipacti Peña Vásquez, quien nació en 1998.
Quince años ya pasaron desde aquel trágico atardecer del 15 de agosto de 2007, cuando un fuerte terremoto de 7.9 grados en la escala de Richter sacudió y devastó Pisco, provincia que fue epicentro, Chincha, Ica y Cañete.
Los poco más de 3 minutos que duró el sismo, fueron suficientes para apagar las vidas de 597 personas, más de 2200 heridos, 76 mil viviendas totalmente destruidas, y a un país sumergido en el luto, que poco a poco sobrellevó.
A varios años de la tragedia, una gran multitud personas llegan a diario al lugar y se reparten unas 1000 estampitas con su rostro cada semana. Todo de forma gratuita, aseguran en el lugar.
Durante una misa, que se realizó el último 15 de agosto, en memoria de las víctimas del terremoto, se recordó de forma especial al ‘Niño de los temblores’, como se lo conoce.
En la actualidad cuenta con una página de Facebook, donde se publica su imagen y se comparten mensajes en los que se le pide milagros. Se ha convertido en un santo popular.
De acuerdo a Edith Peña Vásquez, mamá de ‘Chicho’, contó en un reportaje para el programa “El dominical” que las personas que deciden ir a pedirle algún milagro a ‘Chicho’ y no encuentran su capilla, acuden a su casa, donde también hay fotografías y cartas dejadas por los devotos del niño que murió en el terremoto de Pisco en 2007.
El cinturón de fuego del Pacífico es una cadena tectónica con forma de herradura de 40.000 kilómetros de largo que atraviesa parte del Océano Pacífico y de los continentes de Asia, Oceanía y América.
En esta zona, se registra el 90% de la actividad sísmica mundial y contiene el 75% de los volcanes activos del planeta, razón por la que se le llama “de fuego”, así lo indica National Geographic.
Actualizado por Mary Espíritu