El 23 de abril de cada año se conmemora el Día Mundial del Libro, fecha que coincide con el fallecimiento de dos escritores: William Shakespeare y Miguel de Cervantes. Este último creó al célebre personaje literario Don Quijote de la Mancha, un hombre aficionado a coleccionar y leer libros de caballerías. Esta pasión por adquirir todo tipo de textos no solo existe en la ficción, pues hay muchas personas que disfrutan coleccionar libros curiosos y valiosos.
No importa si son libros antiguos o nuevos, estas personas aman leer su contenido, ordenarlos y contemplarlos en un estante e, incluso, oler cada una de sus páginas. Es por eso que en su hogar no puede faltar una biblioteca con una gran variedad de obras. ¿Sabes cómo se les llama? Descúbrelo a continuación.
Las personas que disfrutan coleccionar libros son conocidos como bibliófilos. Se caracterizan por su afición de adquirir todo tipo de ediciones y títulos. Ya sea que tengan empastes especiales o luzcan desgastados, estos individuos aprovechan cada oportunidad para comprar un texto.
Este término proviene de la bibliofilia que, según la Real Academia Española (RAE), es una “afición a coleccionar libros, y especialmente los raros y curiosos”. Cabe señalar que este particular interés se diferencia de la bibliomanía, la cual hace alusión a una obsesión exagerada de acumular libros, sin que necesariamente los lea o los cuide con especial interés.
Las personas que coleccionan libros raros y curiosos son conocidos como bibliófilos. Foto: AFP
El concepto de bibliofilia tiene su origen principalmente en la época del Renacimiento en Europa. En este tiempo, los principales gobernantes e intelectuales cultivaron el amor por coleccionar textos y tener en sus hogares una gran cantidad de obras. Desde entonces, se ha denominado a las personas que tienen este particular interés como bibliófilos.
Para estos individuos, es un placer admirar y valorar diferentes aspectos de una obra, como sus ilustraciones, la tipografía, la encuadernación, entre otras cosas que podrían pasar desapercibidas por otro lector.
La mayoría de escritores descubrieron su vocación por contar historias a partir del amor por la lectura. Por tal motivo, muchos de ellos se convirtieron en grandes lectores y compradores de textos. Esta vocación quedó demostrado en sus grandes colecciones y bibliotecas. A continuación, te contamos algunos ejemplos:
Jorge Luis Borges fue un escritor argentino y un gran coleccionaste de libros. Foto: composición LR