Los manteles son los tejidos que más expuestos están a todo tipo de manchas de grasa y lavarlos puede convertirse en una verdadera pesadilla. Por fortuna, podemos utilizar trucos caseros que, en cuestión de minutos, le devolverán a tu mantel su aspecto original. A continuación, te explicamos cómo aplicarlos, así como te enseñamos a evitar que tu cocina se llene de grasa.
Cabe resaltar que las manchas de salsas suelen ser uno de los principales conductores de grasa en los manteles. Y aunque muchos crean que solo aportan color y que pueden ser retiradas fácilmente en cualquier momento, si no las limpiamos a tiempo pueden afectar seriamente nuestras telas permanentemente.
Una de las razones por la cual las manchas de grasa dañan tanto a los manteles, es que la presencia de aceite afecta gravemente los tejidos ya que permea la fibra y absorbe todas sus propiedades, incluyendo el pigmento.
Para evitar que el daño sea irreparable es esencial que apenas se produzca una mancha de grasa, coloques el mantel en agua bien fría. De esta manera, evitarás que la tela absorba por completo esta sustancia. Incluso hay quienes frotan un cubo de hielo sobre la mancha para que esta no se siga expandiendo.
Foto: Cocina delirante
Debido a sus propiedades como blanqueador natural, el bicarbonato de sodio es muy eficaz para quitar las manchas de grasa en los manteles de tonos claros y además, no permite que se formen manchas permanentes.
Otro efectivo truco casero para eliminar manchas de grasa en los manteles es el detergente líquido, ya que sus compuestos son lo suficientemente fuertes para eliminar todo rastro de suciedad, pero sin maltratar la tela. A continuación, te enseñamos a aplicarlo:
Foto: bclean
Cuando la mancha de grasa se forma en tejidos delicados como la de los manteles, lo más apropiado es aplicarles un poco de sal para facilitar su lavado. Debido a su acción absorbente, este ingrediente evita que la grasa penetren en la tela. ¿Cómo utilizarlo?
La harina de maíz es un ingrediente natural que puede eliminar las manchas de grasa de tus manteles, siempre y cuando recién se hayan formaron. Debido a que su aplicación directa las “ablanda” y permite que salgan con más facilidad durante el lavado.