Cada año los últimos días de octubre y los primeros de noviembre se pone en manifiesto y se mezclan ancestrales y diversas tradiciones cristianas, paganas y modernas sobre todo en los países de cultura occidental. En estos tiempos de pandemia, la globalización tecnológica ha hecho lo suyo y podemos ver calabazas, calaveras, flores de Cempasúchil, cruces, decoraciones tenebrosas, disfraces, el pan de muerto o los caramelos llenando numerosas calles y casas.
Pero nos hemos puesto a pensar ¿cuál fue en realidad el origen de todas estas festividades: Halloween, el Día de Todos los Santos y el Día de los muertos?¿Si son celebraciones contrarias o pueden convivir juntas? ¿Cuáles son sus diferencias y similitudes?
Sus orígenes pertenecen a la cultura celta y a una festividad que se celebraba el 31 de octubre llamada Samhain (fin del verano), que era la época de buenas cosechas y el buen tiempo, que correspondía a los últimos días de octubre, y en la cual se creía que se abría un vínculo entre el mundo de los vivos y de los muertos, por eso se llevaban a cabo ofrendas y otro tipo de actividades que ayudaban a ahuyentar a los malos espíritus.
La costumbre de disfrazarse se cree que surgió de los celtas también que, disfrazados de espíritus, iban de casa en casa pidiendo comida y bebida. Con la conquista del territorio celta por parte del Imperio romano, el Samhain se mezcló con otras fiestas de origen romano como la Fiesta de la Cosecha y con el auge del catolicismo, esta fiesta pagana comenzó a llamarse la víspera de Todos los Santos, en inglés “All Hallow´s Eve”, que terminó por derivarse en “Halloween” tal y como hoy lo conocemos.
A Estados Unidos esta festividad llegó de manos de los emigrantes irlandeses en el año 1840, pero no fue hasta 1970 cuando tomó un carácter internacional debido a las películas y la televisión, y de ahí se propagó a todo el mundo y a conocerse como el día de las brujas.
A Estados Unidos, Halloween llegó de manos de los emigrantes irlandeses en el año 1840, pero no fue hasta 1970 cuando tomó un carácter internacional debido a las películas y la televisión. Foto: El Cronista
Su origen más remoto se encuentra en Antioquía (Turquía), en el domingo antes de las fiestas de Pentecostés. En tiempo de la persecución a los cristianos, la Iglesia primitiva solía rendirle honores a los mártires que morían por profesar la fe. En la gran persecución del Imperio Romano, dirigida por Diocleciano y Maximiano en el 303, se abolieron todos los derechos legales de los cristianos y todas las prácticas relacionadas a la religión, por lo que todos los que profesaban la fe cristiana fueron perseguidos.
Por esta razón, el número de mártires que fueron atacados y asesinados creció de una manera exponencial, obligando a la iglesia a seleccionar un día que recordase estas muertes y su significado para la institución católica. El papa Gregorio III, durante su mandato en la iglesia, entre los años 731 y 741, escogió el 1 de noviembre para la conmemoración de la vida de los santos. Pero fue hasta el siglo IX, en que el papa Gregorio IV extendió esta festividad a toda la iglesia, y se popularizó como una celebración a la memoria de todos aquellos que habían consagrado su vida a Dios.
Fue en el siglo IX, en que el papa Gregorio IV extendió el Día de todos los Santos como una celebración a la memoria de todos aquellos que habían consagrado su vida a Dios. Foto: Aciprensa
Esta festividad se celebra desde la época prehispánica en México en la cual se rendía culto a la Dama de la Muerte, llamada “Mictlantecuhtli”, que habitaba el inframundo, el “Mictlán”. La fiesta se conmemoraba en el noveno mes del calendario solar y duraba hasta un mes entero.
Con la llegada de los españoles, la celebración se movió al 2 de noviembre para que iniciara con las festividades católicas del Día de todos los Santos (1 de noviembre), se extendió a otros países colonizados y se mezcló también con las costumbres católicas; así, aparecieron nuevos símbolos y significados, como la cruz de flores (de Cempasúchil) que hoy en día conmemora el recuerdo a los antepasados.
Con la llegada de los españoles, la celebración del Dia de los Muertos de México se extendió a otros países colonizados y se mezcló también con las costumbres católicas. Foto: El Economista
La calavera, la parca, la muerte, la catrina (no importa cómo le llamen), la figura que representa al esqueleto humano es una figura simbólica en estas fechas. Foto: Garza Blanca