El oscuro capítulo de la historia argentina, conocido como La Noche de Los Lápices, se erige como un sombrío recordatorio de los horrores de la dictadura militar en 1976, dónde varios jóvenes desaparecieron tras protestar pacíficamente por sus derechos estudiantiles. Este episodio atroz marcó un antes y un después en la lucha por los derechos humanos en Argentina.
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La Noche de los Lápices es un trágico episodio de la historia argentina que ocurrió el 16 de septiembre de 1976, durante la última dictadura militar en el país. En esa noche, varios estudiantes secundarios de la ciudad de La Plata fueron detenidos ilegalmente, torturados y desaparecidos por fuerzas represivas del gobierno tras salir a reclamar por el boleto estudiantil secundario. Tiempo después, este evento se convertiría en un símbolo de la represión y la violencia del régimen militar contra la juventud y la lucha por los derechos humanos en Argentina.
A pesar de haber pasado 48 años desde aquel día, Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero y Horacio Ungaro siguen desaparecidos.
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Se denunciaron más de 600 casos en total relacionados con La Noche de los Lápices: esta fue una de las operaciones dentro de los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio investigados durante la dictadura militar en Argentina.
Los estudiantes fueron secuestrados y torturados por fuerzas represivas del Gobierno argentino, incluyendo miembros del Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del ejército y agentes de la policía de la provincia de Buenos Aires, liderada en ese momento por Ramón Camps.
Entre los implicados en los crímenes de lesa humanidad durante la dictadura argentina se encuentran Federico Antonio Minicucci, Guillermo Domínguez Matheu, Jorge Héctor Di Pasquale, Carlos María Romero Pavón, Roberto Balmaceda, Jaime Lamont Smart, Juan Miguel Wolk, Jorge Antonio Bergés, Horacio Luis Castillo y Carlos Gustavo Fontana. Además, Alberto Julio Canditi recibió una condena de 25 años, mientras que Enrique Augusto Barre, ex número dos de Juan Miguel Wolk, fue absuelto. Barre contó con la defensa del abogado Mariano Cúneo Libarona hasta diciembre de 2023.
Los estudiantes secundarios desaparecidos en esa trágica noche estaban protestando por el boleto estudiantil secundario y buscaban acceso gratuito al transporte público para poder asistir a sus escuelas. Esta demanda reflejaba una lucha más amplia por la educación pública y accesible para todos los estudiantes, y su desaparición a manos de fuerzas represivas del Gobierno durante la dictadura militar destacó la brutalidad con la que se reprimía cualquier intento de resistencia y reclamo por los derechos estudiantiles en ese período oscuro de la historia argentina.
A lo largo de los años, se han llevado a cabo juicios y procesos legales que han resultado en la condena de algunos responsables de los crímenes cometidos durante ese episodio y la dictadura militar en general. Sin embargo, aún hay desafíos pendientes, como la identificación de todas las personas desaparecidas y la plena responsabilidad de todos los involucrados en estos crímenes de lesa humanidad.