El miércoles 30 de junio, el portal TMZ informó que la decisión del juez que lleva el caso de Britney Spears rechazó el pedido que hizo el abogado de la cantante, San Ingham, de que se retire a Jamie Spears como su tutor legal.
La solicitud para retirar la tutela se realizó en noviembre del 2020, pero fue rechazado en primera instancia. El abogado volvió a realizar el pedido para que Jamie Spears fuera reemplazado por la firma de asesores financieros Bessemer Trust para que administre la fortuna de la intérprete. Al día de hoy, el juez no accedió al cambio.
Jamie Spears nació el 6 de julio de 1952 y tiene tres hijos: Britney, Bryan James y Jamie Lynn. Se encuentra divorciado de la madre de sus hijos desde el 2002, pero no se sabe cuál es el estado actual de su relación.
Aunque James Parnell Spears ha mantenido un perfil relativamente bajo durante todos estos años, se ha convertido en la persona que maneja la vida de Britney y tiene poder de todas las decisiones de su vida.
No se sabe en qué trabajaba antes de que la cantante saltara a la fama. Sin embargo, desde que está a cargo de la vida de su hija, Jamie Spears ha desempeñado varios papeles: manager, publicista y agente de Britney.
En general, el Sr. Spears se ha encargado durante todos estos años de tomar las decisiones laborales y personales de Britney, así como de decidir cómo, cuándo y dónde es gastado el dinero que la cantante genera.
En el 2008, después de una serie de incidentes que la cantante sufrió, sus padres decidieron ponerla bajo una tutela legal, alegando que la cantante tenía una especie de demencia y que no podía ser capaz de cuidarse a sí misma; desde entonces, James Spears se convirtió en una especie de guardián de su hija.
Desde el 2008, cuando la cantante enfrentó una crisis de salud mental, su carrera, tratamientos médicos y finanzas han estado en manos de tutores legales en un arreglo conocido como “tutela”.
El acuerdo ordenado por una corte le dio a su padre, James Spears, control sobre su patrimonio, de unos 60 millones de dólares, así como sobre otros aspectos de su vida.
Este movimiento iniciado por sus fans, conocido como la campaña #FreeBritney (Liberen a Britney), busca que la cantante recupere la autonomía sobre sus asuntos.
La prolongada disputa legal entre los Spears ganó renovada atención este año luego del lanzamiento de Framing Britney Spears, un documental que se centró en el conflicto sobre la tutela de la cantante.