El cloruro de magnesio, cuyo nombre químico es MgCl2, es un compuesto mineral iónico compuesto por dos elementos clave: el magnesio, que tiene carga positiva, y el cloro, que posee carga negativa. Este compuesto puede obtenerse de diversas fuentes naturales, como las salmueras o el agua de mar, siendo estas dos de las principales reservas de cloruro de magnesio.
A través de un proceso conocido como electrólisis, el magnesio se extrae de estas soluciones, lo que convierte al cloruro de magnesio en una importante fuente de este mineral esencial para el organismo.
El cloruro de magnesio se presenta como un suplemento que se comercializa principalmente en dos presentaciones: en polvo o en cápsulas. Este suplemento es especialmente útil cuando los niveles de magnesio en el cuerpo son insuficientes, lo que puede manifestarse a través de diversos síntomas como espasmos musculares, temblores o calambres frecuentes. Es importante destacar que el consumo de cloruro de magnesio debe ser siempre indicado y supervisado por un médico o nutricionista.
El cloruro de magnesio, aunque se puede encontrar fácilmente en su forma ya preparada y en tabletas, también es posible prepararlo en casa de manera sencilla. Para ello, necesitarás los siguientes ingredientes y utensilios: un litro de agua, 33 gramos de cloruro de magnesio cristalizado y una cuchara de madera.
El proceso comienza con la ebullición de un litro de agua, la cual debes dejar. Luego, vierte el líquido en un recipiente de vidrio adecuado. A continuación, agrega los 33 gramos de cloruro de magnesio cristalizado y procede a disolverlo completamente, utilizando la cuchara de madera para mezclar bien. Es importante que la disolución se realice de forma uniforme. Finalmente, cubre bien el envase y guárdalo en un lugar fresco y seco.
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El consumo del cloruro de magnesio generalmente no presenta riesgos importantes para las personas saludables, especialmente si se obtiene de fuentes naturales. Son embargo, cuando se toma en forma de suplementos o tabletas, es importante que su ingesta se haga bajo la supervisión de un profesional de la salud. Algunos de los efectos secundarios más relevantes de aquel compuesto son los siguientes:
Diarreas y colitis: El magnesio, debido a sus propiedades laxantes, puede generar trastornos intestinales, sobre todo cuando se consume en cantidades excesivas. En caso de experimentar síntomas como diarrea o dolor abdominal, es recomendable interrumpir su consumo de inmediato y consultar a un médico para evaluar la situación y recibir orientación adecuada.
Problemas renales: Las personas con predisposición a formar cálculos renales deben tener especial precaución al consumir magnesio y sus derivados. El exceso de este mineral podría facilitar la formación de piedras en los riñones y generar complicaciones en individuos susceptibles. Por esta razón, aquellas personas con antecedentes de cálculos renales o problemas renales deberían limitar su ingesta de magnesio y consultar a un especialista antes de iniciar cualquier suplementación.