A los siete meses de edad, Rossana Mori fue abandonada, marcando el inicio de una historia de separación y búsqueda que perduraría décadas. Treinta y dos años más tarde, esa misma búsqueda tomó un giro decisivo cuando, apoyada por el conocido David Nostas en el recordado programa Lima Limón, se enfrentó a la posibilidad de reencontrar a su familia. ¿Cuáles serían los sentimientos y los pensamientos de una mujer que busca llenar un vacío presente desde su más tierna infancia? En su afán de respuestas, Rossana se embarcó en una jornada llena de emociones y esperanzas, dispuesta a reconstruir los lazos familiares que nunca pudo experimentar.
La verdad sobre su origen llegó a Rossana de manera inesperada y tardía. Fue tras el fallecimiento de sus padres adoptivos, Jaime y Flora, cuando un primo le reveló un secreto familiar que había permanecido oculto durante años. Esta noticia la impactó profundamente, llevándola a una búsqueda interior y externa. "No tengo palabras para expresar tanto amor; pero de todas maneras me sentí un poco engañada porque no pensé sinceramente que esto era cierto", compartió Rossana con David Nostas, reflejando su mezcla de gratitud y desconcierto.
Al informar más sobre su historia, Rossana encontró entre las pertenencias de sus padres adoptivos el documento que confirmaba su adopción. Este hallazgo no solo validó las sospechas que había tenido desde niña, sino que también marcó el inicio de su decisión de buscar a su familia biológica. Siempre le había parecido extraño que sus padres, las personas que le brindaron los mejores años de su vida, le indicaran nunca abrir el ropero, el cual contenía la información de su pasado.
Rossana cuenta que no juzga a su madre biológica por lo que hizo, solo quería conocer a su familia de sangre. Foto: captura de pantalla/América TV/YouTube
El documento de adopción, un papel desgastado, pero crucial en la historia de Rossana Mori, revela un detalle sorprendente que hasta entonces ella desconocía: su nombre verdadero es Sharly Vela Ahuite. Este dato, proporcionado por la madre biológica al momento de la adopción, figura como un vínculo indeleble con su identidad original, una pieza clave que añade otra capa de profundidad a su ya compleja búsqueda de raíces y pertenencias.
Sharli Vela Ahuite es el verdadero nombre de Rossana Mori. Foto: captura de pantalla/América TV/YouTube
La historia de Rossana Mori se entreteje con la figura trágica de su madre biológica, Bertha Ahuite Ortiz, quien falleció cuando la peruana apenas contaba con dos años de edad. Este detalle crucial fue descubierto por el investigador peruano David Nostas, quien ayudó a Rossana a encontrar a su familia biológica y a conectar las piezas de su pasado. El buscapersonas, al encontrar la casa de Rocío, hermana materna de Rossana, emergió en los recuerdos dolorosos y largamente guardados. "Mi mamá la regaló. Para nosotros, ella se llamaba Sharly en ese tiempo. Quisiera decirte que han sido tantos años que no nos vemos", confesó Rocío, sumergida en la nostalgia al evocar los vínculos perdidos.
David Nostas encontró a la hermana mayor de Rossana. Foto: captura de pantalla/América TV/YouTube
La razón exacta por la que Bertha Ahuite Ortiz decidió entregar a su hija Sharly en adopción permanece envuelta en misterio. Lo que se sabe con certeza es que Bertha formalizó la adopción mediante documentos legales, confiando a Rossana a Jaime y Flor, quienes se convirtieron en sus padres adoptivos. La hermana de Rossana, Rocío, ofrece una vislumbre de las circunstancias familiares que rodearon la decisión: "Mi mamá la regaló cuando ella era pequeña. Nosotros no podíamos ni siquiera decir nada porque ella era quien tomaba la última decisión. Perdóname por no haberte ido a buscar, hermana, yo tampoco tenía medios para buscarte, ñañita linda", expresa Rocío, destacando la falta de recursos y la autoridad materna como factores críticos en esta dolorosa elección.
Después de 35 años, las hermanas Rossana y Rocío pudieron encontrarse en Lima Limón. Foto: captura de pantalla/América TV/YouTube