En una región remota de los Andes peruanos, a más de 4000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra un cementerio único en el mundo, donde los difuntos son enterrados en castillos personalizados. Este lugar sagrado es un testimonio de la tradición, el arte y la relación íntima entre las comunidades locales y sus seres queridos fallecidos.
Este cementerio, ubicado en una pequeña localidad rural, ha capturado la atención de estudiosos y viajeros por su singularidad y el profundo significado cultural que representa.
El único cementerio que entierra a sus muertos en castillos personalizados es el cementerio San Pedro de Ninacaca, ubicado en la región de Pasco, Perú, a más de 4000 metros sobre el nivel del mar.
Este camposanto destaca por su singular arquitectura, donde las tumbas son réplicas de edificaciones que representan la vida de los difuntos, como castillos, iglesias, comisarías y otros monumentos significativos para las personas que descansan allí.
San Pedro de Ninacaca se destaca por sus tumbas que replican edificios simbólicos. Foto: difusión
La tradición se originó en 1989, cuando un atentado terrorista golpeó a la comunidad de San Pedro de Ninacaca. Para honrar a las víctimas, se construyó una réplica del palacio municipal en miniatura, marcando el inicio de una tradición que perdura hasta hoy.
Desde entonces, el cementerio se ha llenado de mausoleos que representan a los difuntos mediante construcciones que reflejan sus vidas, como iglesias, castillos y otros edificios importantes para ellos y sus familias.
En este cementerio se encuentran construcciones en miniatura que van desde iglesias y catedrales hasta edificios más personales como ambulancias, comisarías, colegios y castillos. Estas edificaciones reflejan la vida y ocupación del difunto, siendo un claro ejemplo de homenaje personalizado.
Además, destacan réplicas de monumentos significativos, como el estadio de Matute o la catedral de Tarma. Este enfoque arquitectónico convierte al lugar en una especie de "ciudad en miniatura", llena de simbolismo cultural y personal.
La arquitectura única de San Pedro de Ninacaca refleja influencias rusas, islámicas e indias. Foto: difusión
Las tradiciones andinas juegan un papel central en la conmemoración de los difuntos en Ninacaca. Durante el Día de Todos los Santos, las familias colocan mesas con alimentos favoritos de los fallecidos, adornadas con velas y flores.
La visita al cementerio es un acto simbólico donde los deudos limpian las tumbas y ofrecen ofrendas como tanta wawas y otros panes rituales. Estas prácticas combinan elementos prehispánicos y coloniales, manteniendo viva una conexión profunda entre los vivos y los muertos.
Las tumbas del cementerio de Ninacaca son conocidas por sus diseños únicos, alejados de lo tradicional. Foto: difusión
El cementerio San Pedro de Ninacaca ha impactado notablemente el turismo en la región de Pasco, atrayendo visitantes no solo por su significado cultural, sino también por su singular arquitectura.
Las réplicas en miniatura de edificios icónicos y personalizados generan curiosidad y atraen a turistas nacionales e internacionales, especialmente durante las festividades del 1 y 2 de noviembre. Además, las autoridades locales están impulsando itinerarios turísticos que exploran la arquitectura y las tradiciones andinas, ampliando así su atractivo turístico.