Un ‘milagro médico’ fue lo que ocurrió en el año 1961, luego de que un joven peruano volviera literalmente a la vida tras estar muerto por varias horas. El increíble hecho, que causó el asombro de la ciudadanía y la comunidad médica en el país, tuvo lugar en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins.
El protagonista de este hecho sin precedentes en la historia del Perú es Pedro Silva López, un joven barranquino que llegó al nosocomio aquejado por fuertes dolores de cabeza, sin imaginar lo que sucedería horas después. ¿Qué le pasó y cómo lograron los médicos salvar su vida? Te lo contamos en la siguiente nota.
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En enero de 1961, Silva López acudió al hospital Rebagliati debido a que sentía fuertes dolores de cabeza. Al practicarle los exámenes correspondientes, los médicos le diagnosticaron un tumor en el cerebro, por lo que debió ser operado de emergencia.
No obstante, mientras era intervenido, su corazón dejó de latir inesperadamente. Los médicos le aplicaron de inmediato las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP), que lamentablemente no lograron restablecerlo.
Al ver que Pedro Silva no respondía al estímulo, los médicos decidieron lo impensado: abrirle el pecho en un intento por salvarle la vida. Fue así que el cirujano Gonzalo Zeballos introdujo su mano cerca a las costillas del paciente para darle masajes cardíacos internos.
El galeno repitió este ejercicio por aproximadamente dos horas continuas, hasta que Silva López finalmente reaccionó. Se restablecieron sus signos vitales, por lo que se puede afirmar que, literalmente, fue devuelto a la vida.
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Fue el médico Gonzalo Zeballos quien logró la proeza médica. Foto: Andina.
Después de difundirse su caso en todos los rincones del Perú, Pedro Silva López brindó declaraciones desde el hospital del Empleado, hoy conocido como Rebagliati. Consciente de lo que había sucedido, el paciente reveló qué fue lo que sintió cuando su corazón dejó de latir.
“(Vi) un poco el más allá”, relató a El Comercio, desde su cama instalada en el tercer piso del centro de salud. Incluso, confesó haber sentido que su alma “se había ido al espacio” mientras los médicos hacían de todo para reanimarlo.
Sin duda, una asombrosa historia, nunca antes vista en el Perú, que representa una proeza médica en una época en que la tecnología no evolucionaba a los niveles que vemos hoy en día.