Jaime Miranda, médico originario de Chimbote en Perú, ha alcanzado el éxito como decano en la facultad de Salud Pública de la Universidad de Sídney en Australia. Su trayectoria, tanto en la capital de la pesca como en el país de Oceanía, ha sido marcada por la influencia de su familia, quien lo apoyó desde que ingresó a la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).
Nacido en una familia en la cual la educación era valorada como un tesoro, Miranda siguió el camino de la medicina para contribuir al país y desafió las sugerencias iniciales de estudiar ingeniería. Aunque las dificultades económicas amenazaron su camino, el apoyo de sus padres le permitió estudiar en una buena universidad y allanar el camino para su éxito futuro, según una entrevista exclusiva para La República.
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“Mis padres querían darme lo mejor” dice el médico de padres trabajadores, al recordar que tuvieron tres trabajos para lograr pagar su carrera universitaria, pues su papá era mecánico y su madre profesora. La carrera del doctor Jaime Miranda no fue convencional: desde sus días de estudiante, mostró interés en la antropología y se sumergió en investigaciones sobre esterilizaciones forzadas en el Perú de los años 90. Este compromiso lo llevó a la Corte Internacional de La Haya y marcó el inicio de su impacto en la intersección entre salud y derechos humanos.
La etapa hospitalaria le proporcionó una perspectiva única sobre la medicina reactiva y lo llevó a cuestionar la naturaleza de su profesión. Su transformación personal lo alejó del estereotipo del médico centrado en respuestas inmediatas y lo llevó hacia un enfoque más humano y comprensivo.
A pesar de las oportunidades internacionales, Miranda tomó decisiones audaces: eligió regresar a Perú y contribuir a su comunidad. Su generosidad y apertura de puertas resaltan su compromiso con la medicina como una herramienta para impactar positivamente en la sociedad.
A lo largo de su carrera, Miranda ha optado por un enfoque no convencional al servicio rural en Ayacucho y luego ha explorado oportunidades internacionales en Inglaterra y Dinamarca.
Posteriormente, regresó al Perú y se unió a la planta de Cayetano Heredia, donde formó el grupo Crónicas para abordar enfermedades mortales. Su participación en el Informe Global de Desarrollo Sostenible de 2023 de la ONU fue inesperada y desafiante, pero asumió un papel de liderazgo con orgullo y representó a Latinoamérica. A pesar de su éxito internacional, resalta la importancia de tener un espacio personal y priorizar la familia.
Jaime Miranda es el actual decano en la facultad de Salud Pública de la Universidad de Sídney. Foto: UPCH
La pérdida de su madre en 2015 fue un punto de inflexión que lo llevó a replantear sus prioridades y buscar un equilibrio entre el éxito profesional y la vida familiar. Su experiencia internacional lo posicionó en la Universidad de Sídney, donde ahora ejerce como decano y fortalece la colaboración entre Australia y Perú en el ámbito de la salud pública.
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Miranda comparte principios fundamentales con sus estudiantes, alentándolos a explorar, aprender a escuchar y no asumir que hay una sola manera de hacer las cosas. Además, está activamente involucrado en proyectos en Perú para buscar mejorar la atención primaria en zonas rurales y el cuidado de pacientes con demencia.
En sus reflexiones finales, destaca la necesidad de pausas en la carrera profesional y la importancia de explorar diferentes perspectivas: “A todos los jóvenes peruanos, el mensaje siempre va a ser que tenemos suficiente talento para hacer las cosas. No se sientan limitados de querer explorar y de querer tocar puertas”. Su historia es un testimonio inspirador de cómo el compromiso, la apertura a nuevas experiencias y la búsqueda constante de conocimiento pueden llevar a alcanzar alturas inimaginables.