Don Pompeyo Berrocal Evanan ostenta dos apellidos emblemáticos de la artesanía ayacuchana.
Él es heredero de una antigua tradición artística porque sus padres, tíos, abuelos y bisabuelos confeccionaron las ahora famosas Tablas de Sarhua (una comunidad ubicada en la provincia de Víctor Fajardo), en las que inmortalizaron los ritos y tradiciones de su pueblo, siguiendo una legendaria disciplina pictórica andina que logró sobrevivir en este rincón de Ayacucho.
Pero don Pompeyo Berrocal tenía un viejo sueño: publicar libros para niños, finamente ilustrados con sus pinturas, para contar precisamente esas historias que escuchó de niño y que se mantuvieron gracias a la tradición oral.
Fue así como se hizo realidad un proyecto editorial con una serie compuesta por ocho tablas pintadas con esos cuentos que escuchó de sus abuelos.
Y será el propio Pompeyo Berrocal quien presentará estos libros para niños en los ambientes del Museo del Banco Central de Reserva (Mucen) hoy, jueves 30 de noviembre, a las 6 de la tarde. En la ceremonia estará acompañado por Pedro Morales, Carlos Flores y Antonia Canchari, en un conversatorio que será moderado por María del Pilar Riofrío.
La serie comprende dos libros de cuentos, titulados Machuypa aulaypa willakuyninkuna (Los cuentos de mi abuela en el aula), y dos libros para colorear, titulados Kaynata llinpispa riqsisun Tablas de Sarwata. El ingreso es libre y el aforo limitado.
La presentación está complementada con una exposición de tablas de don Pompeyo Berrocal, que durará hasta el próximo domingo 3 de diciembre. Son ocho tablas de Sarhua que inspiraron estas publicaciones y que se exhiben en la Sala de arte tradicional del Museo Central.
Como se sabe, las Tablas de Sarhua fueron declaradas como Patrimonio cultural de la Nación en el 2018. Según los ritos y tradiciones sarhuinas, las tablas se confeccionan en la corteza de un árbol local, en el que pintan historias familiares, jornadas comunales, fiestas tradicionales y circunstancias trágicas de su historia reciente. Todos los dibujos terminan con la representación del sol y de la luna, antiguas deidades prehispánicas. Una vez terminadas, las tablas son entregadas a los padrinos espirituales de la ceremonia de techado de las viviendas. Antiguamente, en la viga principal de la vivienda familiar se colgaba una tabla con una descripción genealógica de los comuneros que la habitan.
La ceremonia será una buena oportunidad para conocer la exposición permanente del Museo del BCR.