El escritor español Luis Mateo Díez, Premio Cervantes 2023, reconoció este martes vivir un momento “especial” con “dosis de sorpresa” al haber recibido este galardón, pues siempre ha sido “algo así como un niño cariñoso” al que la gente ha “querido mucho”, como los “grandes editores” que le descubrieron. Es autor de Celama, Vicisitudes, Los ancianos siderales, Los viajes cotidianos, entre otros libros.
Díez (Villablino, España, 1942) compareció en rueda de prensa en Madrid, en la Real Academia Española, donde ocupa la silla “I”, tras conocer que es el Premio Cervantes 2023, según el jurado, por tener “una prosa y una sagacidad que lo hacen singular, sorprende y ofrece continuos nuevos desafíos con los que traspasa el ámbito de la fantasía”.
“El premio es de mis lectores. El destino y el reto con el que yo escribo está en mis lectores, que son cómplices. Y creo que, si me han dado el Cervantes, es gracias a ellos y gracias a mis editores”, declaró.
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“He vivido encontrando el cariño y la generosidad de la gente que ha apostado por mí. Estoy más contento que si me hubiera tocado la lotería”, afirmó. Actualmente, vive más que escribe, porque en la “consciencia de ser octogenario” es “mucho mejor escritor” de lo que fue nunca.
Eso sí, con grandes dosis de humor, confesó que la edad “pesa” y que la vida es “incómoda” y la “felicidad no existe”. Pese a esto, Díez remarcó que está “complacido, encantado de la vida”, él “que andaba adormilado y sin mucha consciencia”.
“Qué bien, hoy voy a dormir mucho más tranquilo que otros días en los que me voy a la cama un poco más desgraciado”, añadió.
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Díez contó que uno de los motivos de su prolífica carrera, con más de 30 libros, es por “algunas circunstancias especialmente favorables”, como la amistad.
“Desde muy lejanamente encontré editores, amigos, lectores cómplices y un ámbito especial en el que podía desarrollar mi obra en un ámbito de complacencia y esto es muy importante”, apuntó. “No soy alguien que haya tenido que luchar con circunstancias inhóspitas de falta de reconocimiento y sintonía. Fui siempre en mi vida algo así como un niño cariñoso al que la gente quería mucho”, añadió.
Hubo “grandes editores” que no solo le “descubrieron”, sino que le “apreciaron”, lo que “da una gran seguridad para hacer lo que le da la gana a uno, que en el ámbito de la creación es un punto importante”.