Chano Díaz Límaco dice que la música andina es terca, porfiada, insistente, porque es la única manera, como decía Arguedas, de seguir siendo. Y esta noche, rompiendo las cuerdas de su charango o haciendo sonar su telúrica quena, lo demostrará en vivo. El músico huamanguino presenta hoy el gran concierto “Sigo siendo-Kachkaniraqmi” en el Gran Teatro Nacional.
A través de sus diversos instrumentos, algunos ancestrales, otros mestizos o andinizados, ofrecerá un repertorio con temas que recorren los Andes de Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Lo acompañará la reconocida soprano puneña Edith Ramos, con quien intentará llevarnos al mundo andino.
-Kachkaniraqmi, que significa “aún soy”, “sigo siendo”, que utilizó Arguedas, ¿qué significa en tu concierto?
-Para mí, es decir, después de todo, aquí estoy, carajo. Después de todo lo que ha pasado también en nuestras culturas, más ahora que conmemoramos los 500 años de esa barbarie que fue la invasión a América y nos quisieron arrancar nuestra cultura. Pero aquí estamos presentes, todavía, a través de los sonidos de nuestros instrumentos autóctonos, originarios y también los otros, los que hemos andinizados. Ahora son nuestros. Entonces, aquí seguimos siendo, aquí resistimos. Aquí seguimos luchando.
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Para graficar esa persistencia, pone como ejemplo el carnaval ayacuchano. Cuenta que miles de jóvenes, empuñando sus quenas, cada año presentan nuevos repertorios, nuevas propuestas, tanto en música y letra, según a quien van dirigidas o el momento que se vive, como fue el dolor en los años de violencia.
-La música andina tiene doble valor, alegría y dolor.
-Es como el charango, que te permite entonar huaynos muy tristes, como “Coca quintucha”, pero que al final tiene una fuga y zapateamos. Con la música andina, lloramos zapateando.
-Has mencionado a los jóvenes, ¿confías en ellos?
-Yo veo con mucha esperanza que nuestra música está regresando con mucha fuerza. En los jóvenes y en todo nivel. Sí, hay una música cultural andina y también hay una música comercial andina. Inclusive, la música comercial andina llega a todos los canales de televisión. Ambas músicas en este mes han hecho llenos totales, como Amanda Portales, Max Castro, Chimango Lares. Tanto la música cultural, la que rescata las tradiciones, como las comerciales, están presente ya en todos lados.
-O sea, la música comercial andina transita con más confianza, ¿y la cultural andina?
-La cultural andina camina por una vereda con luces más tenue, un poquito más por la sombrita, pero tenemos público. Justo conversábamos con Manuelcha y Chimango Lares sobre ese tema porque somos los que nos dedicamos por completo a ese tipo de música. Solo quedamos los tres, los que hacemos música como depositario de las tradiciones de nuestros respectivos pueblos.
-¿La canción “Warmisitay”, de Milena Warthon, que ganó en Viña del Mar, ¿también suscribe el “sigo siendo” andino?
-Mira, son como rutas de nuestra música. Y claro, esto es música comercial y está muy bien que exista. Yo creo que hay una orilla en donde está Lucho Quequezana, Milena Warthon, entre otros, y eso está bien, porque al final, de alguna manera, algunas personas, a través de esa música, buscarán las raíces más profundas, y la van a encontrar, porque somos cultura viva. Claro, hay un montón de propuestas, no todas nos gustarán, pero está bien que existan porque hay que seguir intentando. Todas las propuestas son válidas, solo que de ellas siempre hay que tomar lo mejor, para seguir siendo.
Concierto. Hoy en el Gran Teatro Nacional. Artista invitada la reconocida soprano puneña Edith Ramos. Hora: 8 p. m. Entradas Teleticket y la boletería del teatro.