-Sigue el debate sobre si la inteligencia artificial (IA) reemplazará a los trabajadores y habrá despidos...
-Un organismo internacional publicó una lista de los empleos que la IA reemplazaría. Es una aproximación equivocada que provocó pánico. Una visión más responsable hubiese sido decir en qué actividades puedo elevar mi productividad usando IA y hacerlo más rápido. No dando la sensación de que un algoritmo reemplazará un trabajo (…) Debemos ver a la IA como vimos un auto en la primera revolución industrial, como algo que nos permite desplazarnos rápido.
-¿En actividades rutinarias se ha comenzado a reemplazar la mano del hombre por algoritmos?
-Hace cinco años, una empresa de ensamblaje de celulares en China reemplazó al más del 70% de personas. El resultado fue interesante, redujeron en 30% la cantidad de fallas y de errores técnicos. Además de que las máquinas pudieron trabajar mucho más tiempo. Es la evidencia de la automatización. Chat GPT aumenta la productividad de tareas menos rutinarias, como escribir una noticia, por ejemplo, o de repente hacer un diseño gráfico.
-Hasta los poetas estaban preocupados con ChatGPT...
-ChatGPT o Mid Journey, puntas de iceberg de la revolución de IA, es como photoshop. Esta herramienta es muy poderosa que ayuda a mejorar algo o hacerlo rápido. Cuando no existía el photoshop, tenías que pintar el cuadro, el nivel de edición era costoso, tenías especialistas en áreas de la manipulación de la imagen. Con photoshop lo haces en un clic.
-¿Cuál es el riesgo para el Perú, la brecha se va a extender más?
-El peligro para el Perú no es un robot. El problema es que no generamos chips ni computadoras. Compramos tecnología. Quizás es la oportunidad de sumarnos a la ola y crear algoritmos.
-¿Crees que existe el deseo de subirse a la ola?
-Antes tenías el talento disperso en todas las universidades de Perú sin interconexión. Lo interesante de esta revolución es que nos agarra con internet. Un alumno motivado de Arequipa puede conectar con un profesor de Lima y alumno destacado de Trujillo. Juntos crean un paper, una publicación científica. Nunca antes en la historia de la humanidad hubo tanta información disponible gracias al internet.
-Se dice que las redes sociales han tenido un profundo impacto en la democracia. A eso se debe la elección de Trump o el fenómeno Milei...
-Soy un firme creyente de que la IA y redes sociales maximizan lo que está en la sociedad. La IA no es tóxica. Lo que es probablemente tóxico es el ser humano. La IA son números que propagan aquello que ya existe en los datos y que son generados por seres humanos. Tu pregunta sobre Milei o Barack Obama, ellos han usado esas herramientas para hacer mejores campañas de marketing. Se puede hacer eso para entender mejor lo que la gente quiere, qué tipo de música.
-¿La democracia se afecta por la calidad de información que recibe el ciudadano?
-Hay un caso icónico en EE. UU., Cambridge Analytic, una empresa que descargó mucha información de una red social. Con esa data, sabía qué información darle a la gente como recomendación. Y se dice que esto puede modificar la conducta de cierta gente. Es decir, si de repente estás en una sala y 99 personas piensan opuesto a ti, es muy probable que con el tiempo puedas empezar a migrar tus propias perspectivas por estar bien dentro de un grupo social.
-En el Perú vivimos una polarización fuerte y culpan de ello a las redes.
-Los seres humanos tendemos a juntarnos con gente que piensa muy parecido a nosotros. La red social solo dramatiza esto, pero en general el ser humano está diseñado para empezar a formar grupos que piensan muy parecidos. Un ejemplo muy concreto de esto es, por ejemplo, la elección de Pedro Castillo. Nadie esperaba que pudiera ser elegido. Sin embargo, este tipo de campañas sucedieron de forma espontánea en plataformas como Whatsapp.