La fiesta de la Bajada de los Reyes Magos de Sabaino, en Antamanba, Apurimac, fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación, por tratarse de una festividad que evidencia las dinámicas de intercambio cultural entre la devoción cristiana católica y la veneración a las fuerzas de la naturaleza.
En esta festividad, que se realiza los primeros días de enero, el intercambio cultural se ve expresado en la importancia simbólica de la maduración del maíz, y por constituir una práctica colectiva que refuerza el sentido de identidad local a través de múltiples elementos como música, danza y ritualidad.
Respecto al origen de la festividad, según la tradición oral, hace referencia a una temporada de sequía y hambruna que azotó la zona. Ante ello, un grupo de pobladores sacó la imagen del Niño Jesús en procesión un 1 de enero, adornando su anda con flores y acompañando su recorrido con plegarias e invocaciones por el regreso de las lluvias. Esa misma noche la lluvia cayó sobre el pueblo, permitiendo la maduración de las cosechas y terminando con la sequía.