Su rostro irrumpió en la pantalla chica en 1988, vestida de gitana y promocionando las bondades de una galleta, la que hasta hoy sigue en el mercado, aunque como ella misma nos recuerda: el sabor a vainilla ya no. Actriz de cine, teatro y televisión, Milene Vázquez está saboreando, este medio año, dos éxitos. La obra La verdad llenó todas las butacas del renovado Teatro Marsano, donde, dirigida por Giovanni Ciccia, protagonizó una comedia al lado de Magdyel Ugaz, Gonzalo Torres y Sergio Galliani. Y, por si fuera poco, la película Soltera, casada, viuda, divorciada, de Ani Alva, superó el millón de espectadores.
— ¿Cómo tomaste el millón de Soltera, casada, viuda, divorciada?
— El millón lo recibo con mucho agradecimiento. No lo esperaba; ha sido una sorpresa que crecía en alegría día a día con el cariño y la aceptación del público. Todos los días recibíamos mensajes y fotos de la gente que iba a las salas y se sentía identificada con la historia y los personajes.
— ¿Cuáles crees que fueron los factores por los que el público la aceptó abrumadoramente?
— La historia (el guion), de todas maneras. La posibilidad de identificarte con esas cuatro mujeres, reírte con ellas y también conmoverte. El elenco es maravilloso, y poder ir al cine con toda la familia y compartir una película sin violencia de ningún tipo, creo que todo eso sumó.
— ¿Cómo trabajaste a Lorena, tu personaje?
— Con la ayuda de Ani Alva y de mis compañeras. El perfil estaba clarísimo. El personaje está muy bien dibujado en el guion. Averigüé cómo se vive en la redacción de un diario, ya que Lorena debía tener las características de una periodista que es jefa de área. Eso, por el lado profesional de Lorena. En cuanto a su vida personal, todos hemos pasado alguna vez por un desamor, esa pérdida que nos hace replantearnos la vida.
— Te hemos visto con doble personaje en Maricucha. Como Fernanda Corbacho y como Diana, esta última una dominatrix que termina enamorándose de unos los chicos que ‘alquila’. ¿Qué es lo debe tener un guion para que lo aceptes?
— (Interpretar a) Diana fue retador y muy divertido al mismo tiempo (risas). Mi compañero el Gato (Miguel Dávalos) fue crucial. Juntos pudimos lograr las escenas más difíciles. Y los directores de Del Barrio nos dieron libertad y confianza para crear. Cuando un guion o una historia llega a mí, me enamoro del personaje y empiezo a darle vida, a pensar como el personaje. Me gustan los retos, hacer cosas distintas.
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— ¿Te llama la atención trabajar fuera? ¿Está en tus planes?
— Sí, me gustaría tener la experiencia de hacer algún proyecto fuera, conocer otras formas de trabajo y otra gente que al final suma en nuestra experiencia de vida, no solo en lo laboral. Por ahora, espero el estreno de Memorias de un soldado desconocido, basada en el libro de Lurgio Gavilán que dirigió Lucho Llosa.