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Cine y series

El chavo del 8: los capítulos más memorables de Don Ramón

Este 9 de agosto de 2020 se cumplen 32 años de la muerte de Ramón Valdés, recordado por su personaje en el show de Chespirito.

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Don Ramón es uno de los personajes más recordados de El chavo del 8. Créditos: Televisa

Una de las series más recordadas de Roberto Gómez Bolaños es sin duda El chavo del 8, programa en donde participaron grandes personajes como Don Ramón, interpretado por Ramón Valdés.

El actor mexicano cumple este 9 de agosto de 2020, 32 años de fallecido y a modo de homenaje recopilamos 4 de los episodios más populares de ‘Monchito’en la vecindad del Chavo.

Nuevas vecinas

Dos nuevas inquilinas llegan a la vecindad: Gloria y su sobrina Paty. La belleza de la nueva vecina encandila a Don Ramón, quien siempre está atento a cualquier clase de mandado o ayuda que necesite. Un capítulo lleno de amor, besos y celos por parte de la Bruja del 71.

Clases de guitarra

El profesor Jirafales y Don Ramón sorprenden a Quico y al Chavo con sus guitarras. Mientras tocan y cantan algunas rancheras, los niños los miran admirados.

‘Monchito’ decide enseñarle a tocar al Chavo, mientras el profesor a Quico. Como ambos no logran aprender las lecciones, le dan otro uso a las guitarras: usarlas como raquetas de ping pong.

Clases de boxeo

Uno de los tantos oficios y carreras que tuvo el multifacético Don Ramón fue el de boxeador. A partir de un álbum de fotos y unos guantes de boxeo, el personaje recuerda con los niños su paso por el ring.

Es así que luego de ver potencial en los golpes del Chavo, decide entrenarlo para ser su manager y ganar dinero. Sin embargo, como es de esperarse, su pupilo solo le da dolores de cabeza.

Puesto de churros

Ante la necesidad por la falta de dinero, Don Ramón acepta una oferta que le ofrece Doña Florinda: asociarse para vender churros, que incluye un ridículo traje. No obstante el Chavo, les daña el negocio al comerse todo lo que hay en venta.

El episodio termina con Don Ramón echándose la culpa para que no regañen al Chavo, algo que Doña Florinda reconoce con asombro y cariño.