La películas del Studio Ghibli siempre se han caracterizado por su amor a la naturaleza y su celebración a la vida. La mayoría suele poseer un componente fantástico y contiene más de una interpretación.
Probablemente, Mi Vecino Totoro sea la cinta más popular de Hayao Miyazaki, un genio que ha encantado a toda una generación y a las venideras gracias a la plataforma Netflix.
Un giro de 180 grados a la historia original
Sin embargo, desde hace años un análisis del filme viene circulando en las redes. Este ha revelado a los fans que Totoro no es un Espíritu del Bosque sino el Dios de la muerte que transporta a las personas al reino de los muertos con su Gatobús.
Por esto, las personas que pueden verle son aquellas que están cerca de la muerte o realmente muertas. Lo que significa que cuando la pequeña Mei desaparece y encuentran su sandalia en el estanque, realmente habría fallecido ahogada.
Un viaje al más allá
Cuando le preguntan a su hermana, Satsuki, ella no puede afrontar la verdad, se introduce en el bosque y le pide a Totoro que le lleve con Mei.
Una vez reunidas, parten con rumbo al hospital donde su madre combate una letal enfermedad. Ella es la única que nota la presencia de sus hijas, ya que también está a punto de morir.
Un dato curioso que apoya esta versión se trataría de las estatuas de los O-jizou-sama que aparecen en algunas escenas. Estas son deidades protectoras de los niños que han muerto prematuramente.
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Un clásico de la animación japonesa
El filme original cuenta la inocente historia de dos niñas, Satsuki y su hermana pequeña: Mei, quienes se mudan con su padre a una nueva casa en el campo, mientras la madre permanece enferma en un hospital. Ellas conocen a Totoro, un espíritu del bosque, al que pueden ver debido a su corazón puro.
Un día, reciben una llamada del hospital sobre una noticia de la madre. Las niñas se preocupan y Mei sale a buscarla pero se pierde.