El universo está formado por el espacio-tiempo, un tejido invisible que se ‘hunde’ a causa de objetos con mucha masa. A esa curvatura, que afecta tanto a objetos cercanos como a la misma energía, se la conoce como gravedad.
Cuanto un cuerpo tiene más masa, mayor es la gravedad que genera sobre otros cuerpos menos masivos. Esta es la razón por la cual los planetas orbitan alrededor del Sol y la Luna alrededor de la Tierra.
La gravedad de la Tierra causa que la Luna y otros satélites construidos por el hombre orbiten alrededor de ella. Foto: NASA
En nuestra vida cotidiana, los humanos también experimentamos la gravedad, solo que damos por sentado su existencia. Se trata de una fuerza constante de 9,8 m/s2 (1g) que empuja todo hacia el suelo. Esto significa que si un objeto se suelta desde el aire, acelerará, en su caída libre, a una velocidad de unos 9,8 metros por segundo.
Pero ¿qué pasaría si viajáramos a cualquiera de los otros siete planetas del sistema solar? ¿Cuál sería la gravedad que experimentaríamos?
Eso depende de si se tratan de planetas rocosos (con una superficie sólida) o gaseosos (compuestos principalmente por nubes de hidrógeno y helio). El motivo es que la gravedad de cada mundo depende tanto de su masa como de su densidad (su masa por unidad de volumen).
Por esa razón, se explica que en la Tierra, a pesar de ser 15 veces menos masiva que Urano, se experimente una gravedad mayor que en las capas superiores de la atmósfera del gigante de hielo.
Estos son los planetas del sistema solar ordenados de menor a mayor según su gravedad: