La anatomía posee datos que siguen sorprendiendo a más de uno. Por ejemplo, con el avance de la tecnología se conoce que el cuerpo humano de un adulto tiene 206 huesos, pero —a pesar de ser un dato oficial— muy pocos saben que los bebés cuentan con una mayor cantidad cuando nacen.
Esta característica puede resultar particular e incluso extraña, pues se es posible que algunos crean que, mientras más se crece, más partes del cuerpo también siguen esta dinámica. No obstante, en el caso del esqueleto de un infante es todo lo contrario.
A continuación te daremos a conocer cuál es la cantidad de huesos que tiene un bebe al nacer y por qué es mucho mayor a diferencia del número que posee con el pasar de los años.
Los adultos tienen 206 huesos en su esqueleto, mientras que los bebés nacen con 300 huesos, aproximadamente.
Esta información ya es universal, no obstante, de acuerdo con el portal especializado en medicina y salud, Healthline, la razón principal de este alto número en nuestra composición ósea al nacer se debe a que cada hueso va transformándose con el tiempo.
Resulta que al conformar un tejido vivo que va desarrollándose internamente, este se acumula y se va juntando de acuerdo a cada zona del esqueleto. En tanto, algunos huesos son desechables a lo largo de la vida, por lo que esa cantidad se reduce hasta en casi 100 unidades.
En otras palabras, los huesos de un bebé se fusionan constantemente en la etapa de crecimiento y provocan que luego gran parte del cartílago sea remplazado por un hueso real, el cual perdurará por todo lo que le queda de vida a la persona.
El esqueleto de un bebé tiene más huesos que el de adulto humano. Foto: ISSSTE
Cuando el esqueleto alcanza aproximadamente un 12% del peso del cuerpo, el número de huesos deja de disminuir. En tanto, a diferencia de una persona adulta, los bebés tienen algunas características llamativas durante este proceso. Estas son las más conocidas:
El mineral calcio es fundamental para la formación de tejido óseo que se va desarrollando con el pasar de los años. Además de la leche materna, se han elaborado fórmulas para que los niños y bebés puedan poseer obtener este mineral.