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Ciencia

Las vacunas pueden reducir el riesgo de desarrollar síntomas de COVID-19 prolongada

Para algunas personas que sufrieron el coronavirus, el paso del pico infeccioso no se relaciona a su recuperación, sino a soportar una serie de secuelas.

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Pfizer y BioNTech ya comenzaron ensayos clínicos de vacuna contra ómicron. Mientras más transmisible es un virus, mayor la probabilidad de sufrir COVID-19 prolongada. Foto: AFP

Un grupo de investigadores de la Universidad Bar-Ilan (Israel) y el Centro Médico Ziv informa que las dos dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech y las personas que padecieron coronavirus tienen menos probabilidades de desarrollar síntomas de COVID-19 prolongada —aquellos aparecidos durante semanas o meses luego de la infección—, en comparación a los no vacunados al momento de sufrir la enfermedad.

La COVID-19 larga o prolongada, según el estudio preliminar colgado a la plataforma de medrxiv.org, es un signo del SARS-CoV-2 posterior al síndrome respiratorio agudo severo, que se distingue cuando una persona no se recupera durante varias semanas o meses después del episodio central.

Los síntomas persistentes suelen ser migrañas, dolor muscular, pérdida del gusto o del olfato, taquicardia, problemas de concentración (niebla mental), tos, depresión y ansiedad, conforme a lo enumerado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Inclusive, esta condición está siendo regulada por la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA), en la sección 504 y 1557.

En total, 951 infectados y 2.437 personas sanas participaron en el estudio. De los infectados, 637 (67%) habían vacunados.

“Los síntomas más comúnmente informados fueron fatiga (22%), dolor de cabeza (20%), debilidad (13%) y dolor muscular persistente (10%). Después de ajustar por el tiempo de seguimiento y los síntomas iniciales, aquellos que recibieron dos dosis tenían menos probabilidades que los individuos no vacunados de reportar cualquiera de estos síntomas en un 64%, 54%, 57% y 68%, respectivamente”, subrayan los científicos.

Según el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), más de 60.000 personas están afectadas por la ‘COVID largo’ en el Reino Unido. Foto: Health News

Los expertos recalcan que solo invitaron a personas que se realizaron una prueba PCR en los hospitales seleccionados entre marzo de 2020 y noviembre de 2021.

De acuerdo con el epidemiólogo Michael Edelstein, coautor del artículo preliminar, este es el estudio más complejo y preciso de la COVID-19 prolongada. Agrega que los resultados “hacen eco” de otras investigaciones, como una del Reino Unido publicada en la revista The Lancet el 1 de setiembre del 2021. En dicho documento se indicó que la vacunación reducía a la mitad los riesgos posteriores de haberse contagiado de coronavirus.

“Es realmente bueno ver que diferentes diseños de estudio se correlacionan con los mismos resultados”, manifestó Claire Steves, autora principal y geriatra del King’s College de Londres.

Como los datos fueron recabados hasta noviembre de 2021, no está claro si las vacunas protegen de una COVID-19 prolongada por la variante ómicron. Se necesitaría actualizar los datos, aunque esperar la revisión por pares y conseguir otros voluntarios haría que la información demore un poco en distribuirse.