La reentrada en la atmósfera de un satélite artificial Starlink, empresa de Elon Musk, generó una espectacular bola de fuego que atravesó el 24 de enero por la noche toda la península ibérica.
El fenómeno, que pudo ser observado por un gran número de testigos, tuvo lugar en torno a las 22.00 UTC, según informa la web Meteoroides, que recoge la investigación que se lleva a cabo desde la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (SWEMN) sobre rocas espaciales y bólidos de fuego.
Este evento ha sido grabado y analizado por la propia red SWEMN, en el marco del proyecto SMART del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC, España).
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Estos detectores monitorizan continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del sistema solar. Tienen la capacidad de detectar la reentrada en la atmósfera de satélites artificiales y de diversos tipos de chatarra espacial.
La bola de fuego generada por la reentrada del satélite ha sido grabada por los detectores que este proyecto de investigación tiene instalados en los observatorios de La Hita (Toledo), Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sevilla y Sierra Nevada (Granada).
El investigador responsable del Proyecto SMART, el astrofísico José María Madiedo del IAA-CSIC, examinó el fenómeno. Este análisis preliminar, en el que se han incluido también los datos proporcionados por algunos de los testigos, ha permitido determinar que el satélite que originó la bola de fuego entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 27.000 kilómetros por hora.
Madiedo explicó que los satélites que alcanzan su vida útil van perdiendo altura. Sin embargo, el descenso no sería peligroso, pues el material del dispositivo “empieza a vaporizarse, fragmentarse y descomponerse”.
Imagen de la ubicación de los satélites Starlink en el espacio próximo a la atmósfera terrestre. Foto: SpaceX
Se trataría de un satélite Starlink que la compañía SpaceX puso en órbita el 24 de enero de 2021 con el fin de proporcionar comunicaciones de internet. El aparato tecnológico tenía una masa de unos 260 kilos.
El brusco rozamiento con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que el objeto se volviese incandescente, lo que produjo una bola de fuego a una altitud de unos 100 kilómetros sobre un punto situado al norte de Marruecos, casi en la frontera con Argelia. Desde allí avanzó en dirección noroeste.
La bola de fuego habría atravesado toda la península y cruzado Asturias. Su trayectoria finalizó sobre el mar Cantábrico, el cual baña la mayor parte de la costa norte de España.
Por tanto, cualquier posible fragmento del satélite que hubiese sobrevivido a su brusco paso a través de la atmósfera terrestre estaría ya en el mar.
Con información de Europa Press.