Los resultados de un ensayo clínico, publicado el pasado miércoles 27 de octubre en Lancet Global Health, señala que la fluvoxamina, un antidepresivo barato, puede reducir las hospitalizaciones entre los pacientes con COVID-19 con perfiles de mayor riesgo.
“La fluvoxamina, un medicamento que ya existe y cuyo coste es reducido, disminuye el riesgo de tener que recurrir a cuidados avanzados en una población de riesgo elevado”, concluyeron los investigadores de la investigación. Este fármaco se utiliza como antidepresivo y contra el trastorno obsesivo compulsivo.
La fluvoxamina se utiliza para tratar la depresión y el transtorno obsesivo compulsivo bajo supervisión médica. Foto: Wikimedia
Los autores del estudio dirigieron los ensayos en una decena de hospitales brasileños para estimar si la pastilla fluvoxamina, administrada dos veces al día durante 10 días, permite evitar hospitalizaciones de pacientes con COVID-19 que la reciben rápidamente tras la detección del virus.
Estudios previos ya apuntaban efectos interesantes de la fluvoxamina contra la COVID-19; sin embargo, solo se habían realizado con muestras pequeñas y con una metodología que ofrecía conclusiones inciertas.
En este caso, el análisis se realizó con 700 pacientes y otros tantos tratados con placebos, sin que los médicos supieran realmente qué tratamiento administraban.
Todos los pacientes presentaban al menos un factor de riesgo: ser mayor de 50 años, fumador, diabético, no vacunado, obesidad, cáncer, entre otros.
El estudio midió cuántos enfermos de cada grupo fueron finalmente hospitalizados tras 28 días o tuvieron que estar más de seis horas en un servicio de urgencia.
Como resultado, el 11% de los enfermos tratados con fluvoxamina se encontraron en una de estas situaciones, contra el 16% del grupo del placebo.
“Este estudio hace claramente pensar que la fluvoxamina constituye una opción eficaz, segura, poco costosa y bastante bien tolerada para tratar enfermos de COVID-19 no hospitalizados”, consideró el investigador Otavio Berwanger, no vinculado al ensayo, en un comentario a la revista.
Al mismo tiempo, Berwanger señaló los límites del estudio como el hecho de que no aborda el efecto del fármaco en los decesos y que sus conclusiones sobre hospitalizaciones se ven debilitadas por haber mezclado dos criterios.
Los autores explican que tomaron en cuenta la estancia en servicios de urgencia porque los hospitales brasileños estaban saturados por la pandemia y a veces no podían hacerse cargo de pacientes que lo requerían.