Consecuencia directa del calentamiento climático y de las temperaturas más elevadas en Groenlandia, una masa de hielo de 113 km² acaba de desprenderse del más grande casquete glaciar del Ártico, el 79 N, anunciaron este lunes 14 de septiembre científicos daneses.
“Observamos un aumento de la velocidad (de desintegración) en este casquete glaciar, el más grande” que resta, declaró a la AFP Jason Box, profesor de glaciología en el Instituto geológico de Dinamarca y Groenlandia, GEUS.
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En las imágenes satelitales difundidas por el GEUS, se puede constatar que vastas superficies de hielo se separaron ahora de ese gigantesco casquete glaciar del noreste del territorio ártico, que desemboca en el “fiordo 79” (“Nioghalvfjerdsfjorden”).
Son normales los desprendimientos de un glaciar, pero no inmensas plataformas heladas de ese tamaño. Desde 1999, el casquete de hielo del glaciar 79 N ha perdido 160 km², o sea una superficie dos veces más grande que la isla de Manhattan, subrayó el Instituto en un comunicado. El fenómeno se ha acelerado en los dos últimos años.
“Si los veranos calientes como los observados en los últimos dos años aumentan, contribuirán a la aceleración de la elevación del nivel del mar a escala mundial”, dijo el investigador.
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El derretimiento del casquete glaciar de Groenlandia ha provocado el aumento del nivel de los océanos en 1,1 centímetros entre 1992 y 2018, calcularon los autores de un estudio que apareció en diciembre pasado en la revista Nature.
Según un reciente estudio de la Universidad de Lincoln (Reino Unido), la disminución de las superficies congeladas en Groenlandia contribuirán con un alza 10 a 12 cm del nivel de los mares de aquí a 2100.