A lo largo de su vida útil, el Sol experimenta cambios naturales en la producción de su energía. Algunos de estos ocurren durante un período normal de 11 años de pico —muchas manchas solares— y de baja actividad —menos manchas solares—, que son bastante predecibles. No obstante, de vez en cuando, nuestro astro se vuelve más silencioso y emite mucho menos energía.
Entre 1650 y 1715, esto coincidió con un período llamado “pequeña Edad de Hielo”, un fenómeno que algunos científicos han alertado que puede volver a ocurrir en 2030. Al respecto, la NASA ha confirmado la posibilidad de la reducción de energía solar, pero refuta la teoría de las temperaturas extremadamente bajas.
Cuando el Sol experimenta su ciclo de manchas solares en menor cantidad, emite menos energía. A esto se le conoce como el gran mínimo solar. En el hemisferio norte, en el periodo mencionado líneas arriba, este proceso sí provocó la “mini Edad de Hielo”. Sin embargo, esta fue causada por una combinación del enfriamiento de aerosoles volcánicos y la baja actividad solar.
Aún así, de ocurrir el gran mínimo solar, los expertos de la NASA afirman que solo serviría para compensar unos pocos años de calentamiento causado por las actividades humanas.
Y es que, en términos de forzamiento climático —un factor que podría impulsar el clima en una dirección particular—, los científicos solares estiman que sería de aproximadamente -0.1 W/m2. Es decir, el mismo impacto de aproximadamente tres años de crecimiento actual de la concentración de dióxido de carbono (CO2).
La NASA especifica que el calentamiento causado por las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la quema humana de combustibles fósiles es seis veces mayor que el posible enfriamiento de décadas de un mínimo solar prolongado.
Incluso si un gran mínimo solar durara un siglo, las temperaturas globales continuarían calentándose. Esto debido a que se necesitan más factores, que solo variaciones en la producción del Sol, para cambiar las temperaturas en la Tierra.
Precisamente, el más dominante en estos tiempos es el calentamiento proveniente de las emisiones de GEI inducidas por los humanos, aclara la NASA.
Con información de EuropaPress.