Uno de los principales cursos de agua de los Estados Unidos, el río Colorado, redujo su caudal en un 20% en el último siglo. Y más de la mitad de dicha disminución tiene como responsable al calentamiento global, asegura una investigación llevada a cabo por el Instituto de Estudios Geológicos de EE. UU. (USGS).
De continuar con esa tendencia, advierte el estudio, el río podría secarse. En consecuencia, las 40 millones de personas que se abastecen actualmente de él podrían enfrentarse a una sequía. Lo mismo sucedería con las miles de hectáreas de tierras de cultivos que utilizan al Colorado como suministro.
Chris Milly, autor principal del artículo científico, explica que el caudal disminuye en un 9,3% con cada grado centígrado que aumenta la temperatura. A dicha razón, entre 1913 y 2017, el flujo natural del río tuvo un descenso del 20%.
Aproximadamente la mitad ocurrió por las altas temperaturas, mientras que la otra parte se debió a la falta de precipitaciones aunque también provocadas por el cambio climático.
Los investigadores observaron que a medida que el clima se calienta, hay menos nieve y menos hielos en los inviernos sucesivos. Esto significa que el derretimiento ocurre más temprano en la primavera. A su vez, menos nieve en la superficie refleja menos rayos solares, lo que significa que estos terminan siendo absorbidos por la cuenca.
"Más evaporación de la cuenca significa que queda menos agua para alimentar el río y abastecer las demandas de 40 millones de personas y más de 2 millones de hectáreas de tierras de cultivo irrigadas", detalla el investigador.
Milly calcula que para 2050 podría haber entre un 14 % y un 31 % más de caída en el caudal del río Colorado debido al calentamiento.