Si creías que ya lo habías visto todo, no podrías estar más equivocado. “Paprika” de Satoshi Kon es de esas películas que, sin importar tu edad o expectativas, hallan la forma de sorprenderte. Ya sea por sus poderosas imágenes, maravillosas ideas o desbordante imaginación, es una excepcional muestra de que nada es imposible en el cine.
Despídete de los códigos, paradigmas y lo que creías palpable. La cinta, basada en la novela de Yasutaka Tsutsui, es un prodigio de inventiva que nos cautiva de inicio a fin y obliga a prestarle atención. No solo para comprenderla, sino también para apreciarla, deleitar nuestros ojos, estimular nuestras mentes y dejarnos llevar por su extravagancia.
¿De qué trata? La terapia psiquiátrica se ha revolucionado gracias a las máquinas “PT” con las cuales es posible introducirse en la mente de los pacientes para tratarlos. Sin embargo, uno de los modelos es robado y es usado con maliciosas intenciones. Así es como los sueños y la realidad terminarán confluyendo en una sola línea, trayendo consigo incalculables consecuencias.
“Paprika” es un hallazgo invaluable para quienes no la hayan visto o sean ajenos al anime. Uno quisiera poder degustar este postre cinematográfico por primera vez siempre, pero igualmente es una obra de inagotable atractivo. Es el plato fuerte para quienes se adentren en el cine onírico y que ya degustaron “Inception” como entrada.
Una hazaña imposible, pero no para el cineasta Satoshi Kon, genio de la animación japonesa y creador varias obras maestras: “Perfect blue”, “Millennium actress”, “Tokyo godfathers” y “Paranoia agent”, entre otros.