En un pueblo italiano vive nuestro amigo Marco en una humilde morada. Un día la tristeza llega hasta su corazón cuando su mamá tiene que partir de Italia a Argentina. Así arranca el primer episodio del anime “Marco: de los Apeninos a los Andes”, una serie que de animada, solo el formato, y para niños, mucho menos. La conmovedora canción de obertura ya nos anticipaba lo trágico de la historia, pero nunca se está suficientemente preparado para el desolador viaje del protagonista por encontrar a su madre cuando uno es crío.
El estudio japonés Nippon Animation llevó el programa a todo el mundo en 1976. Era la época del anime antes del anime, cuando recién se buscaba público en Occidente. En Perú fue un rotundo éxito de sintonía, marcando a toda una generación a base de lágrimas y corazones acongojados. Con un total de 52 episodios, fuimos testigos de un desolador viaje, testimonio de un amor a prueba de todo. Era un verdadero desafío-por no decir trauma- ver al protagonista llorar en cada episodio sin alcanzar a su preciada mamaíta en su lecho de muerte.
En motivo del Dia de la Madre, recordamos el final del anime 45 años después de su estreno. Aquella noche, cuando, por fin, Marco entró en la habitación de su mamá en Tucumán gritando: “¡Mamaíta, soy yo, mamaíta, he venido a buscarte como te prometí!”. En una primera versión, el desenlace era más desolador, pero los creadores terminaron optando uno más feliz. La lucha y esperanza del pequeño fue recompensada, así como las lágrimas de los millones de espectadores desesperados por atestiguar tan conmovedor reencuentro.
Ella recupera las ganas de vivir al verlo y tenerlo en brazos nuevamente. Entre sollozos, le promete que será médico y volverá a la Argentina para curar a todos los que emigraron hacia ese país en el siglo XIX para ganarse la vida tal como ellos. “¡Eres tú, heroico niño, quien ha salvado a tu madre!”, proclama el médico cuando ella logra recuperarse tras la delicada operación. En el epílogo, regresan a Génova y la familia finalmente se reencuentra.
Un melodrama de principio a fin. Sus autores no obviaron ninguna estacada al corazón durante el recorrido, como, por ejemplo, la muerte de una noble compañera, la traición de un propio familiar o los atentados contra su vida. Fue el viaje interno en el que un niño se vio obligado a volverse hombre en una dura realidad que lo forzaba a perder su inocencia. Esta es la inolvidable historia de Marco, el niño que buscó a su mamá y nunca se rindió.