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Infamous Astra: las ‘doteras’ que representan al Perú en una escena adversa por la falta de apoyo

El equipo peruano femenino nos representará dentro de poco en dos competiciones internacionales de Dota 2 y nos comentan cuál es la realidad que viven como jugadoras profesionales.

La escuadra nacional intentará sobreponerse a sus adversarias internacionales. Foto: Infamous
La escuadra nacional intentará sobreponerse a sus adversarias internacionales. Foto: Infamous

A la fecha, Infamous Astra es el equipo femenino del videojuego Dota 2 que es el máximo representante de Perú a nivel internacional. En unos días participarán en los Juegos Panamericanos 2023 y en las siguientes semanas también estarán en el Riyadh 2023 Global Esports Games. El conjunto nacional superó a rivales de diferentes países y si te gustaría conocer más del camino que recorrieron, en esta nota te compartimos todos los detalles.

Al respecto, gracias a ESET, La República conversó en entrevista exclusiva con Judith 'Dae' Polo Zelada, jugadora de Infamous Astra con el rol de offlaner. Nos comenta cómo funciona la escena competitiva femenina de la región y algunas de las dificultades que enfrentan las mujeres para dedicarse a tiempo completo a ser gamers profesionales, especialmente en Perú.

—Sabemos que a nivel mundial el apoyo que se le da a las mujeres en los e-sports no es muy fuerte y cuesta conseguir financiamiento para los equipos femeninos. ¿Qué significa para ustedes formar parte de Infamous, una organización con renombre en la industria y región?

—Trabajar con Infamous hasta ahora ha sido muy bueno. Como un equipo hemos empezado con el pie derecho, porque la organización siempre está al tanto de nosotras por si nos faltan periféricos o cualquier cosa y mueven sus redes para ayudarnos en todas las comodidades al jugar. A mis compañeras y a mis nos apoyaron, incluso con problemas con el pasaporte me lo solucionaron. He estado en otras organizaciones, pero era como 'juegas y te pagamos'. Es otro nivel de compromiso con nosotras. Siempre vamos a tener las ganas de quedarnos ahí con ellos.

Con el coach también, tiene tacto, paciencia y siempre están pendientes. Se siente eso y nos motivan a esforzarnos para hacerlo mejor.

—Como proplayer, justo que Valve acaba de dar de baja a las ligas profesionales, ¿crees que hay una escena profesional para ustedes (las mujeres) que les dé oportunidades para desarrollarse?

—Claro, en las regiones más importantes ha habido ligas importantes para mujeres. Yo he visto torneos que, por lo mismo que hay más chicas que juegan y se dan a notar, también hay más torneos. Aquí en Perú, por ejemplo, hay pocos torneos femeninos, pero a nivel sudamericano sí hay. Yo participé en dos que son los más grandes, pero siempre veías chicas como muy rebuscadas, que tenías que darle algún incentivo. Por ejemplo, en una competencia pasada nos pagaron los viajes a Brasil y allá encontramos casi 19 equipos.

Hay muchas chicas, pero como siempre se deja de lado el tema femenino, las mujeres simplemente dicen "no quiero jugar porque me da vergüenza o no tengo nivel" o mil razones. No se puede intentar cultivar una comunidad femenina si no se hacen torneos. Mientras más haya, más se animarán a jugar porque sí hay bastantes.

En Perú encuentras pequeños torneos que fomentan que más equipos femeninos se animen a competir, que empezaron con premios de 5 dólares y ahora ofrecen hasta 50 dólares semanales con más escuadras que se van consolidando.

—¿Por qué consideras que hay chicas que no participan, por desconocimiento, temor o vergüenza?

—Muchas cosas, la verdad. En mi caso estudiaba y tenía que jugar. Un tiempo tuve que trabajar y ahora he dejado de hacerlo por el equipo, porque en uno profesional debes realizar un estudio constante y entrenar. Es muy distinto. Mis compañeras también tuvieron que dejar cosas personales y cuestionarse si tienen un futuro ahí.

También hay que tener la idea que para ser proplayer, que incluso para un chico ya es difícil tener solvencia, imagínate cómo es para una chica que recién está empezando en esto. Entre los factores también está la timidez, porque hay algunas que no quieren jugar porque piensan que no pueden hacerlo bien o no encuentran con quiénes hacerlo. La mayoría de las que juegan son streamers, que no tienen muchos problemas porque están acostumbradas a tratar con el público.

—Justo quería comentarte sobre un aspecto que noté. He visto en sus perfiles que la mayoría son universitarias o ya profesionales, ¿crees que es viable dedicarse completamente al Dota o debes buscar otros espacios para trabajar a la par para sustentarte?

—Creo que depende mucho de una autoevaluación, de preguntarse si una es buena jugando o si se va a llegar a algo. Si has conseguido cosas y ganas, puede ser una opción, aunque es muy arriesgado. Si tienes tiempo para buscar un trabajo, porque es complicado que un grupo de chicas consiga dinero con un equipo si tienes que ganar ligas mayores, ahí viene la duda. Me ha pasado. Yo dejé mi trabajo y me arriesgué bastante para jugar en el equipo porque sé que juego Dota y lo hago desde hace mucho tiempo. Yo soy offlaner (rol) y no quiero sonar soberbia —porque me lo han dicho—, pero hay muy pocas mujeres que juegan como yo. No he llegado al punto de arrepentirme, es una experiencia única.

—Hemos visto casos de algunas chicas que han participado en equipos 'masculinos', ¿crees que es un modelo que funcione o por qué no ha tenido éxito?

—En realidad no hay una norma de los torneos que te diga que no pueden existir equipos mixtos. Creo que el formato no depende de la organización, pero ahí va un tema de trato en los entrenamientos, porque un chico no es igual que una chica. Por ahí puede ser un poco difícil llegar a tener un equipo. Razones puede haber muchas, porque también hay jugadores con mayor experiencia que pueden desenvolverse mejor que una, pero ya son factores más complicados.

—También puede ser por la presión que ejerce la propia comunidad, que no es muy sana que digamos. Un tanto hostiles.

—Sí, a veces en nuestra región son un poquito tóxicos.

—Bueno, sobre las competencias que se les vienen en los próximos días, ¿podrías contarnos cuáles son y cómo fue el proceso para clasificarse?

—Ahorita estamos clasificadas para jugar los Panamericanos en Chile, como 'Team Perú'. Fue una qualifier pequeñita, porque competimos contra otro equipo solamente y ganamos la serie de mejor de 3 partidas. Creo que pocas chicas de acá supieron sobre la competencia, imagino que es por falta de publicidad o difusión porque muchas desconocían del tema. Deberían darle más peso a eso para que más se animen a participar.

En octubre ya nos informan cómo es este torneo, pero sabemos que iremos a representar al Perú en la división de mujeres de Dota. Sobre eso estamos muy animadas. Ya se acerca, porque estamos a fin de mes casi.

De ahí, el otro torneo es el The Riyadh 2023 Global Esports Game, que es del 12 al 17 de diciembre. Ahí clasificamos entre varios países, porque fue un torneo más regional de Sudamérica en sí. Competimos con varias representantes y quedamos en primer lugar para pasar de forma directa. Estamos más emocionadas por este, porque hay más nivel, ya que en China y Asia hay chicas que juegan más tiempo y manejan otra experiencia. Me gusta jugar con gente que juega bien en contra y esperamos tener un buen resultado.

—Esperemos que más personas se animen a seguirlas para apoyarlas en estas competencias.

—Por favor. Es importante también que las chicas se animen a jugar, porque no hay mejor manera de descubrirse si no se da ese paso de intentar. Yo empecé a hacerlo bien cuando me invitaron a un equipo y quería desempeñarme bien como mis compañeros. Ahí gané mayor responsabilidad y mientras estudiaba y trabajaba me dedicaba a jugar todos los días. Fue una motivación para mí y me impulsó.

¿Quiénes conforman Infamous Astra?

  • Ruth ‘Azumi’ Cahuana (midline)
  • Wendy ‘Lovely’ Aria (support)
  • Judith ‘Dae’ Polo (offlane)
  • Josselyn ‘Sky’ Abusabal (support)
  • Fanny ‘Bambu’ Chuquimamani (hard carry)
  • Jamileth 'Lady' Andrea Andrade Chamorro