Videojuegos

10 soundtracks de videojuegos que harían melómano a cualquiera

Los videojuegos también satisfacen a melómanos y lo han demostrado por generaciones. Te presentamos 10 de los mejores soundtracks de toda la historia del gaming.

Por: Rubén Ravelo.

Música y videojuegos: el paraíso de la experiencia completa. Decir que un videojuego es un producto simple cuyo único fin es entretener al usuario de turno, presuntamente infantil, no solo es algo ominoso que, felizmente, está pasando al olvido, también es una falacia que va en contra de lo netamente experimental. De lo comprobable. De los hechos en sí. Como salir a una calle limeña bajo una intensa llovizna de invierno y gritarle a todos que no te estás mojando. Algo así. Hay cosas que no se pueden negar. Están ahí. Visibles, palpables, audibles. Para quien quiera disfrutarlas y examinarlas tanto en conjunto como por separado.

Si bien las primeras bandas sonoras de los videojuegos no eran precisamente una oda a la complejidad ─vale decir aquí que la tecnología de ese tiempo no ayudaba tanto como los compositores habrían querido─, en muchos casos cumplieron su función, no solo completando la experiencia audiovisual del usuario, sino también dándole identidad al videojuego, sobre todo cuando este se iría convirtiendo, con el tiempo, en una saga. Ejemplos de esto hay decenas, pero creo que el de Mario Bros es el más claro y significativo: Pones esa melodía ─tirititirití-ti─ donde sea y ante quien sea, y es casi seguro que la persona que la escuche la identificará velozmente con la figura saltarina de nuestro amado fontanero bigotón, independientemente de si alguna vez jugó alguna entrega suya. Es más, podría identificarla incluso si le gustan o no los videojuegos. Y eso es lo alucinante de la música, de Mario Bros y de Kōji Kondō, su compositor estrella. Pero hablemos de ellos a profundidad en otra ocasión.

Las bandas sonoras en los videojuegos fueron, quizá, lo primero que se adaptó directamente del cine, y trajo como consecuencia directa esa conjugación armónica, precisa, y tantas veces hermosa, entre lo que se ve, lo que se siente y lo que suena en el trayecto. Master Sword, también de Kondō, pero esta vez para la saga de The Legend of Zelda, es un claro ejemplo de ello. Transmite misticismo, crea expectativa, y su tono ascendente es proporcional a los esfuerzos de Link por sacar la famosa espada del pedestal sagrado mientras las gemas van creando el efecto visual, esto específicamente en la entrega A Link to the Past, para SNES, más allá de que se replicó esta fórmula en entregas posteriores de la misma saga, pero a lo mejor sin el mismo efecto que el de la primera vez, allá por 1992.

Así, en el transcurrir de la historia de los videojuegos, si algo ha ido mejorando a la par que el apartado gráfico, sonido y efectos especiales en general, son las bandas sonoras. En este post voy a recopilar diez OST de muchísima calidad. De esos que, creo, son indispensables en cualquier biblioteca musical respetable. Desde ya les digo que podrían encontrar aquí algunos videojuegos bastante conocidos y otros tal vez no tanto; asimismo, si bien habrá juegazos indiscutibles, tal vez algunos no sean del agrado de las mayorías, pues las bandas sonoras no siempre van de acuerdo con la calidad del videojuego al que acompañan. También, valga aclarar, esta compilación es hecha a gusto personal y en concordancia con los videojuegos que he podido probar en mis 36 añitos de vida. Por tanto se trata de gustos personales, al fin, con el grado de subjetividad que ello implica.

Cabe una última acotación: Es una lista, no un ranking. Así que no necesariamente va del peor al mejor o viceversa. Bien, ahora sí, sin más preámbulo, vamos:

Música y videojuegos: el paraíso de la experiencia completa

1. Journey (Austin Wintory, 2012)

Quería empezar con fuerza esta lista y la obra maestra de Thatgamecompany tenía que estar. Y es que no solo se trata de un maravilloso videojuego de justa duración, sino que, además, cuenta con uno de los mejores OST que se han hecho en los últimos años. Una obra minimalista ─como lo dicta el propio apartado gráfico─, por momentos muy ambiental y en otros tremendamente intensa, profunda y sentimental, donde predomina claramente la sección de cuerdas, destacando, sobre todo, los violines y la flauta travesera. Mi favorita: Apotheosis, de todas maneras.

2. Final Fantasy IX (Nobuo Uematsu, 2000)

Nacido sin la expectativa que despertó su predecesor ─que a su vez tuvo la mala suerte de nacer bajo la sombra de la séptima entrega─, Final Fantasy IX no provocó el impacto que a mi juicio mereció en su momento. Años después, la comunidad gamer empezó a darle justa reivindicación a esta obra de la otrora Squaresoft, promoviendo, entre tantas otras cosas, la calidad de su OST. Y es que el maestro Nobuo Uematsu logró aquí el que para mí es su mejor trabajo musical en videojuegos. Una banda sonora donde predomina la instrumentación orquestal de tipo clásica, lo que acompaña de manera perfecta la ambientación de la entrega ─entre medieval y futurista─, y una dosis justa de sintetizador para las escenas que lo requerían, como la poderosa You are not alone.

3. Super Mario Galaxy (Mahito Yokota, Kōji Kondō, 2008)

Si bien esta banda sonora no es 100% original del videojuego ─le sacó bastante a Super Mario 64─, destaca por ser la primera OST orquestal de la saga por excelencia de Nintendo. Atrás quedaron las pistas en MIDI que tanto habían caracterizado su gameplay plataformero, dando lugar a una etapa mucho más adulta y cinematográfica que, a mi parecer, le hizo mucho bien a la franquicia. Yokota y Kondō simplemente la rompieron con melodías que parecían tener la fuerza épica de una película espacial setentera, pero sin perder, en ningún momento, la esencia infantil que transmiten las aventuras de Mario. El ejemplo perfecto de esto es la bellísima Gusty Garden Galaxy, que ha quedado como una de las melodías símbolo de esta nueva etapa. ¿Cómo lo hacen? Es como preguntarse cómo hace Paolo Guerrero para hacer goles con tanta facilidad, decidiendo y ejecutando todo bien en fracciones de segundos: Simplemente, así son los genios.

4. Final Fantasy XIII (Masashi Hamauzu, 2009)

Y tenemos aquí a Final Fantasy XIII, sí, un juego no tan querido por la fanaticada. Al respecto he de decir que he analizado esta obra de Square Enix a profundidad hasta en dos oportunidades. Y si bien estoy de acuerdo con muchas de las críticas que se le acuñan, hay dos cosas sobre las que nadie debería tan siquiera discutir: su calidad gráfica, y su banda sonora. En cuestiones de historia, personajes y gameplay ya podemos lanzar los dados ─o los dardos─, pero no vamos a hablar de esto hoy, ¿verdad? Masashi Hamauzu hizo un trabajo espléndido creando melodías en su mayoría suaves, incluso románticas, donde predominan la sección de cuerdas y un magistral piano, otras un poco más movidas, recurriendo a la electrónica pop ─siempre de acuerdo a la ambientación─, y algunas bastante más épicas, con predominio de la percursión y coros, sobre todo en los enfrentamientos con Baldanders. En general, la banda sonora de Final Fantasy XIII es una de las OST más completas y cuidadas que podemos encontrar en el mundo gaming. Si logramos separar el gusto por el videojuego en sí del gusto por su música, no habrá lugar a arrepentimientos. Si, como a mí, les gustó el juego y también su banda sonora, el goce está garantizado.

5. Super Castlevania IV (Taro Kudo, Masanori Adachi, 1991)

Cargando sobre sus espaldas los exitazos de la saga en NES, Super Castlevania IV, entonces totalmente de Konami, prometía explotar al máximo las virtudes técnicas de la que entonces era la consola máxima de Nintendo, SNES. Pero, ¿mejoraría también la banda sonora, tomando vuelo con las nuevas tecnologías? Felizmente, sí. Taro Kudo y Masanori Adachi lograron desarrollar melodías que se sentían sorprendentemente orgánicas a pesar de la utilización de elementos electrónicos para su composición. Sus notas al estilo eclesiástico hasta ahora no dejan de sorprenderme, y sus pistas para momentos de tensión o misterio son capaces de mover los nervios de cualquiera. Además, rescató melodías de las anteriores entregas, como Vampire Killer (de Akihiko Nagata), añadiéndoles frescura técnica. Mi favorita, en una difícil elección, termina siendo The Waterfalls, pues creo que su fuerza y tono intimista refleja perfectamente lo que fue este grandioso 2D noventero. Diecinueve años más tarde, The Waterfalls fue usada como base melódica para Waterfalls of Agharta, del compositor español Óscar Araujo, ya en el reboot de Castlevania, Lords of Shadow (de MercurySteam), para la generación de PS3 y Xbox 360. Un merecido homenaje, sin lugar a dudas.

6. Assassin's Creed II (Jesper Kyd, 2009)

Tampoco podía faltar un Assassin’s Creed en la lista, ¿cierto? Y qué mejor banda sonora que la que le dio identidad audible a una de las sagas modernas más largas ─manoseadas─ e importantes de la industria videolúdica. Y es que Assassin’s Creed II no solo es considerada como la mejor entrega de la millonaria franquicia de Ubisoft, sino también la que dejó las mejores melodías, por supuesto todas muy bien acompañadas de su deslumbrante abientación gráfica en la bella Italia renacentista. El maestro danés, Jesper Kyd, puso en marcha todo su talento para componer temas como Home in Florence, Flight Over Venice y Ezio’s Family, que actualmente representa una suerte de himno distintivo de la saga, pues se repite prácticamente en todos los Assassin’s Creed. De hecho, el tema principal de Assassin’s Creed Odyssey, su última entrega hasta hoy, tiene como base a Ezio’s Family, pero tocada con instrumentos y arreglos folclóricos griegos; aludiendo, claro, a la ambientación del juego.

7. Castlevania: Symphony of the Night (Michiru Yamane, 1997)

Quizá me estoy arriesgando un poco al decir esto, pero... he aquí a mi banda sonora favorita de todos los tiempos. Sí, no dije solo de videojuegos. Esta es mi OST favorita entre todas las OST que he escuchado en mi vida, incluyendo películas, series y anime. Se le acercan solo las OST de FullMetal Alchemist Brotherhood, Neon Genesis Evangelion, Schindler’s List, Braveheart y Game of Thrones, las demás están lejos, pero muy lejos. Lo que logró la señora Michiru Yamane con Symphony of the Night fue fundamentalmente una bomba artística. Una explosión tan poderosa que por poco y pone en peligro el equilibrio que debe ─o debería─ existir siempre entre lo audible y lo visual. Con lo bueno que es este Castlevania en todos sus aspectos gráficos y de FX, la música estuvo cerca de comerse todo. Todo. Es simplemente épica. Aquí no puedo hablar de favoritas. Todas son geniales. Todas mantienen la escencia mística, gótica y sórdida de Castlevania, y enriquecen tremendamente la ambientación, el gameplay, la historia y personajes. Si van a hacerle caso a este loco y descargar algunas OST de esta lista, empiecen por esta. Me lo terminarán agradeciendo.

8. Megaman X (Grupo Alph Lyla, 1993)

Aunque algunos desprecien este OST por “solo tratarse de mezclas azarosas de MIDI que, una vez procesadas, terminaron saliendo mejor de lo esperado”, como leí una vez en un ─hereje─ comentario en YouTube, rescato este trabajo por lo que implicó el contribuir al espíritu de una saga que necesitaba con urgencia el reboot que significó Megaman X. Una revolución total no solo en gráfica, efectos e historia, sino también en la música, sin que esto perdiese la esencia del “Rock” utilizado hasta esos tiempos por CAPCOM para musicalizar cada entrega ─recordemos aquí que el nombre original de la franquicia es “Rockman”, de lo cual podemos desprender fácilmente lo importante que era el acompañamiento del género─. Con los avances tecnológicos de la SNES, Setsuo Yamamoto, compositor y posterior líder del llamado grupo Alph Lyla, que terminaría musicalizando todas las posteriores entregas de la saga, logró imprimir en la música del famoso robot azul un poder acorde con sus nuevos tiempos, basándose, además de los sintetizadores, tan comunes en juegos de inicios de los noventas, en la emulación de cuerdas eléctricas, por momentos frenéticas y pesadas, un bajo diáfano y precisas percusiones. Una de mis rolas favoritas de esta OST, y que además, creo, representa muy bien el estilo descrito líneas arriba, es Storm Eagle Stage. En general, una obra muy fiel a sus preceptos y que contribuyó muchísimo con la etapa "X" de una de las sagas 2D más míticas de la historia.

9. Chrono Cross (Yasunori Mitsuda, 1999)

Aquí estuve en una gran disyuntiva con otras dos joyas de Squaresoft: ¿Chrono Trigger o Chrono Cross? ¿qué OST elegir? Bien, empecemos aclarando algo: Chrono Trigger es cinco veces mejor juego que Chrono Cross, y esto no es un tema de nostalgia, sucesión espiritual versus originalidad pura, ni nada por el estilo. Es una realidad. Sin que esto signifique, claro está, que el Cross sea un mal juego. De hecho, es uno de mis RPG favoritos de PSOne, y nunca me cansaré de recomendarlo. Sin embargo, al César lo que es del César: Yasunori Mitsuda superó totalmente lo hecho por él mismo en la OST de Chrono Trigger, haciendo de Chrono Cross una delicia audible mucho más completa, con mayor variedad no solo en los tipos de melodía sino también en la instrumentalización ─aunque esto último pueda parecer injusto por la diferencia de épocas entre uno y otro juego, es el resultado final lo que intento ponderar─. Esto, acompañado del compás del gameplay y los hermosos escenarios del juego, logra la atmósfera perfecta para perderse con toda confianza en un mundo relativamente abierto solo para disfrutar de cada composición. Y hay para escoger, desde la calma de Arni Village, el misterio de Forest of Illusion y las notas de motivación exploradora de Voyage - Another World, hasta melodías un poco más complejas y profundas como The Girl Who Stole the Stars y Dragon God. Mitsuda, de apenas 48 años y fuertes influencias celtas en su estilo, debe ser uno de los alumnos más aplicados de Nobuo Uematsu, y por lo mismo pienso que puede darle mucho más música de calidad a la industria de los videojuegos. Ojalá pronto se le presente una nueva oportunidad.

10. Xenoblade Chronicles (Tomori Kudo, Hiroyo Yamanaka, Yoko Shimomura y Manami Kiyota, 2010)

Confieso que es el único juego de la lista que no me he terminado al 100%. ¿Razones? No muchas en particular. Solo tiempo. Lanzado como exclusivo para Nintendo Wii por Monolith Soft, en 2010, lo obtuve un poco tarde ─hace apenas un par de años─ y gracias a la existencia de eBay, pues en la región es algo difícil conseguir el disco original. Desde entonces, para continuarlo, he tenido que lidiar con ocupaciones tan adultas como el trabajo, estudios y vida social nocturna, y otras tan infantiles como el simple hecho de que se aparecieran buenas ofertas para obtener y consumir con emoción los juegos de moda. A pesar de ello, y ya cerca del 90% de avance, puedo decir que el punto fuerte de este juego parte de la mezcla entre su apabulladora gráfica y su OST, existiendo un perfecto equilibrio de niveles entre ambos apartados, lo que se traduce en un gameplay sencillamente sensacional. Las mejores melodías de este tremendo RPG son, en efecto, aquellas con las que vamos recorriendo enormes planicies, escalando montañas poco sosegadas, explorando bosques o cuevas, colosales palacios, o nadando en hermosas y profundas lagunas. Y lo más genial: prácticamente todo el OST se multiplica por dos, si consideramos que este juego ha tenido la bondad de modificar el ritmo y diversos arreglos de sus principales melodías cuando el sol del juego se oculta, para así tener una inmersión más realista ─y volvemos al concepto inicial de este artículo─ entre lo que se ve, se siente y se escucha en el trayecto. Además del profundo y muy esclarecedor Main Theme, Xenoblade Chronicles dispone de una gran variedad de composiciones prácticamente para cada momento y lugar del juego, como Gaur Plains, Mechanical Rhythm, Macuna Woods y Eruyt Sea ─quizá mi favorita─, sumando un total nada despreciable de 425 pistas. No podía ser de otra forma tomando en cuenta no solo la duración del juego, sino también la cantidad ─y calidad─ de artistas que colaboraron con esta gran banda sonora.

Haría algunas menciones honrosas pero creo que dejaré ese trabajo ─o el de descartar/reemplazar algunas OST que mencioné─ para ustedes. Por mi parte, me retiro contento con este aporte. El cual espero sea de mucha utilidad para los gamers que también son melómanos. Y para aquellos que, tal vez, sin necesidad de llegar a ser gamers, pueden ser capaces de apreciar por sí mismas la complejidad y belleza de todas estas melodías. Eso sí, nunca nada como el paraíso de la experiencia completa.

Hasta muy pronto.