A solo 64 kilómetros de Lima, un conjunto de lagunas se presentan como una alternativa turística que es salud y diversión.,Rosario Hurtado / Revista Rumbos Tumbado en una silla playera, un extraterrestre toma el sol. La escena no sorprende a los pobladores de Chilca, ellos están acostumbrados a ese pequeño ser que quiere recargarse de energía y aprovechar las propiedades curativas de las lagunas cercanas. PUEDES VER: Chilca: visite las playas de los extraterrestres Salud y distensión en las lagunas de Chilca. Foto: Astrid Herrera Ese pequeño personaje con antenas y piel naranja, es la imagen turística de un distrito cañetano (Lima) que, desde antes de la aparición de los ufólogos y sus ansías por avistar naves espaciales, ya atraía un buen número de visitantes que buscaban encuentros cercanos, pero no con seres de otros planetas sino con las aguas medicinales de las lagunas de Las Salinas. La Milagrosa es la más extensa y es ‘vigilada’ por el amigo extraterrestre, hecho de fibra de vidrio, que se mencionó al inicio de esta crónica. Pero, cerca de él, se divisan otros curiosos seres. Son humanos -aunque no lo parecen- porque están cubiertos por el barro milagroso. Los visitantes realizan este ritual para absorber los poderes curativos de las sales marinas, yodo y azufre de las filtraciones. Así, alejan los males y enfermedades, y, de paso, cambian de piel cuando se sumergen en la laguna. Hombres y mujeres de barro, un barro que se endurece con el sol, un barro que se vuelve escamoso. En Chilca no hay pierde, si no ve extraterrestres se bañará en salud en sus lagunas. Foto: Astrid Herrera Ahora sí, a esperar la curación. “Esta puede durar varias visitas”, dice Juan Campos, presidente del Comité de Turismo de Chilca-Las Salinas. Él vive en este lugar de energía cósmica desde hace 38 años. Llegó en busca de paz. Durante todo ese tiempo recuerda a muchas personas que año a año llegan a las lagunas para sanarse. Sabe que periódicamente vendrá una señora que camina con un poco de dificultad. En sus anteriores visitas andaba con muletas y, mucho antes, lo hacía en silla de ruedas. También, cada cierto tiempo, se rencuentra con una pareja de mexicanos. Ellos son padres de un par de gemelos. No fue un milagro de La Milagrosa –pidiendo disculpas por la redundancia­– sino de otra laguna que durante el día está vacía, sin gente. Pero cuando el sol cae, las parejas ingresan a La Mellicera. Símbolo de fecundidad, esta promete curar todos los problemas del sistema reproductivo de hombres y mujeres. La última laguna tiene un nombre mágico: Encantada. Se denomina así porque, según relatan los pobladores, se observaban luces que emergían desde el fondo, lo que los llevaba a pensar en una base extraterrestre. Es así que esta laguna es buena para recargar energía y combatir el estrés. Hay turistas que regresan con frecuencia a las lagunas. Foto: Astrid Herrera Otros cuentan que se llama Encantada debido a que una mujer vestida de blanco andaba por sus alrededores. Luego desapareció. Señalan que eso pasó antes de que Chilca estuviera urbanizada y se erigieran hospedajes alrededor de las famosas lagunas. Ya sea por los misterios terrestres o extraterrestres o por el poder de la sanación, Chilca es un destino imperdible. Los datos No se olvide de llevar ropa de baño, gorra y bloqueador. Alrededor de las lagunas hay varios hospedajes. Costo promedio: 50 soles. Si desea puede darse una vuelta por la playa Yaya, a dos cuadras de la laguna Encantada.