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La historia de la sirena que dividió a una ciudad y fue culpada de los accidentes en Trujillo

Durante casi una década, una estatua de 6 metros de alto y de exuberante figura dio la bienvenida al distrito de Víctor Larco. ¿Por qué causó tanta incomodidad su instalación?

Imagen duró 9 años en el cruce de las avenidas Fátima y Larco. Foto: composición LR/Prensa Virtual Trujillo
Imagen duró 9 años en el cruce de las avenidas Fátima y Larco. Foto: composición LR/Prensa Virtual Trujillo

Los ciudadanos de los distritos de Trujillo y Víctor Larco recuerdan como anécdota la imagen de la sirena que se erigía en la intersección de las avenidas Fátima y Larco. Hace casi 23 años, la estatua de 6 metros y de exuberante figura adornó este cruce y marcó una división entre quienes la aprobaban y los que estaban en contra. Incluso, quedó en la creencia popular que los accidentes de tránsito incrementaron por culpa de este ser mitológico inerte.

Hasta la actualidad persisten dos versiones. Unos que señalan que los conductores se distraían viendo los atributos de la imagen, la cual tenía medio cuerpo descubierto. Otros aseguran que el origen de los choques y atropellos fue la poca visibilidad, dado el gran tamaño de la sirena: esta versión fue respaldada por la opinión de un exdecano del Colegio de Arquitectos de La Libertad.

Así, en 2007, a siete años de su colocación en la cuadra 15 de la avenida Larco, los reclamos de los moradores alcanzaron mayor fuerza. Un año después, el petitorio para reubicar la escultura se formalizó. El alcalde de aquel entonces, Carlos Vásquez Llamo, criticó a su predecesor Juan Córdova Zavala por esta instalación, la cual le costó más de 220.000 soles a la comuna victorlarquense.

Los vecinos opositores alegaron el aumento de los accidentes. Los fieles católicos señalaron que era una ofensa debido a la cercanía con una iglesia importante. Otros afirmaron que la presencia de la sirena no era adecuada por los menores que transitaban el lugar. No obstante, también hubo quienes se resistieron a su traslado.

Reubicación

Finalmente, en 2009, Vásquez Llamo dispuso su reubicación frente al balneario de Buenos Aires. Se empleó un presupuesto de 17.000 soles para este fin. En su lugar se consignó la figura de la Virgen de la Medalla Milagrosa, cuya instalación se concretizó el 13 de mayo de ese mismo año. Curiosamente, se elegió esta fecha por conmemorarse la aparición de la Virgen de Fátima a tres niños en Portugal.

Actualmente, la esbelta y voluptuosa figura luce abandonada y desmejorada. En reiteradas ocasiones, se ha solicitado que la municipalidad realice trabajos de mantenimiento con mayor periodicidad.